Puedes tener el mejor equipo de gente, los más capaces en su puesto y recursos ilimitados para llevar a cabo tus proyectos. Sin embargo si no existe un líder que coordine todo eso los resultados serán infructuosos.
Un ejemplo de este tipo de liderazgo es el de Pep Guardiola, ex entrenador del equipo de fútbol Barcelona de la liga española. Pudiese decirse que la mejor liga de futbol del mundo. Con el liderazgo de Guardiola este equipo logro la excelencia en desempeño. ¿Qué podemos aprender y aplicar de ello?
El Inicio de Todo:
Pese a que el club está en la cima de la gloria y concentra la atención mundial de medios y fanáticos del fútbol, hay que ser sinceros; la historia empezó hace 25 años cuando se hizo cargo Johan Cruyff. Con él al frente se ganaron títulos y eso es importante; pero lo realmente importante es que marcó una diferencia: Cruyff convenció a todos en Cataluña de cómo debía jugar el Barcelona.
No Traicionar La Historia:
Entonces no hay lugar a cuestionamientos; el equipo tanto en la parte mayor como en las fuerzas básicas debe jugar de cierta manera. De esta forma cuando los jugadores de la cantera se incorporen al equipo grande no habrá una pronunciada curva de aprendizaje.
Pep, en su accionar, no traicionó la historia del plantel. Cuando Guardiola recibió críticas por el bajo rendimiento del plantel en su primera temporada al frente, pidió no caer en la trampa de esperar solamente triunfos.
La Condición Humana por Encima de Todo:
Como humanos estamos conscientes que podemos fallar y para Pep Guardiola esto era incuestionable. No solo tiene grandes aptitudes de estratega, también posee un lado humano muy interesante. Jamás lo verás enfadado porque no se logra una anotación en una ocasión clara. Pero si no logran armar una jugada porque determinado jugador no quiere correr entonces estamos hablando de otra cosa. Todos deben de correr de acuerdo a los movimientos tácticos o de acuerdo a la situación de una jugada.
No Hay Excusas:
Guardiola inculcó al Barcelona que no hay excusas. No aceptó conflictos internos y tampoco en la cancha. Si se fijan, es raro que un jugador azul grana salga expulsado. No les exige que fuera de la cancha sean amigos les pidió que sean amigos, pero sí pide un gran respeto entre ellos. Esto de acuerdo a Manuel Estiarte, quien compartió con los jugadores todos los entrenamientos y partidos de la era Guardiola.
Todos Son Importantes:
Igualmente Estiarte considera que, junto con el manejo emocional, la otra clave del éxito fue contar con pocos jugadores. Guardiola siempre quiso tener pocos jugadores, pocos de los llamados ‘importantes’”, esto lo admitió el mismo estratega como un gran riesgo porque ha sucedido que, en partidos determinantes, no había defensa porque todos estaban lesionados.
Esto también tiene aspectos muy positivos. Todos se sienten importantes, todos están motivados”, consideró. Con este principio los jugadores de Fuerzas básicas hacen que propague un gran entusiasmo. Los líderes rinden más porque saben que los jóvenes están detrás esperando tan solo una oportunidad de entrar al juego. Eso hace que el rendimiento sea enorme.
Guardiola hizo que 25 jóvenes de Fuerzas básicas llegaran al primer equipo. Su conocimiento del talento juvenil es muy grande pues también dirigió la tercera División con la cual resultó campeón.
Una Relación de Igualdad con las Estrellas:
Guardiola no menosprecia ni ensalza a las estrellas. Un ejemplo es como su relación con el astro argentino Leonel Messi fue de aprendizaje mutuo.
En 2008 la directiva del Barcelona no quería que Messi fuera a los Olímpicos de Beijing con su selección pues el club no pasaba por un buen momento. Pep asumió la responsabilidad y lo dejó ir.
Esto no fue un gesto para mimarlo pues Messi aun no alcanzaba el actual estrellato. Guardiola deseaba que fuera feliz de estar en la justa olímpica, que estuviera bien anímicamente. Por eso los jugadores lo siguen pues es sincero y justo con ellos.
Enseñar al Equipo que sin Esfuerzo no hay Resultados:
Él quiso que los jugadores siempre supieran que hay algo más que el fútbol. Los motivó con su ejemplo, por eso duró cuatro años y porque pese a ganar todo, le enseñó a luchar con esfuerzo.
Les enseño que sin esfuerzo, sin correr para ganar cada pulgada de terreno, sin esforzarse en la practica para pulir la técnica individual, sin esforzarse para alcanzar ese balón que aparenta estar fuera de nuestro alcance, no se puede lograr la realización cosas maravillosas. Y vaya que Guardiola tuvo razón en su forma de ver las cosas. Los resultados están a la vista y hablan por si solos.