Es una incógnita. Parece muy probable que el PSOE, por primera vez, baje a ser la tercera fuerza política del país (casi seguro en votos y probable en escaños), así al menos lo indican varios sondeos, y que este hecho puede desencadenar una tormenta en Ferraz, que puede derribar al líder y a la dirección actual.
Si esto ocurriera, la pregunta es clara ¿qué PSOE nos espera? ¿será el PSOE de Susana Díaz y Felipe González, favorable a la gran coalición o el de Ximo Puig, Iceta y los que pueden estar por favorecer un gobierno con Unidos Podemos?
Esta es la gran cuestión. Desde luego, después de ver la precampaña que está vigente, el PSOE no hace otra cosa que arrimarse a Ciudadanos --a los que no critica y sí valora-- y espolear contra Unidos Podemos.
Está claro que tiene miedo porque sabe que va a ser desplazado y ahora se da cuenta del error, y mientras que Pedro Sánchez pudo ser presidente del gobierno con la alternativa de 161 escaños y no aceptó, hoy se ve desplazado y en tercer lugar, lo que no le daría de ninguna manera la presidencia. La pregunta es: ¿Estaría dispuesto el PSOE a aliarse con Unidos Podemos, con menos votos y menos escaños? Unidos Podemos ya ha manifestado que tiene intención de contar con el PSOE, mientras que este partido no ha dicho ni mu, lo que es preocupante.
Da la impresión de que Pedro Sánchez va a durar poco, si se confirman las encuestas, y entonces será la reina andaluza, Susana Díaz, la que tome las riendas del partido y decida junto a los otros barones cuál será la posición de los socialistas.
Es difícil saber qué ocurrirá, porque sí sólo dependiera de Susana Díaz, estoy seguro de que habría gran coalición. Sin embargo, este apoyo del PSOE a la derecha le podría destruir, puesto que difícilmente sería entendido por la mayoría de sus militantes y votantes.
La incógnita está en el tejado. O el PSOE decide ayudar a Rajoy y los suyos, lo que seguramente prefiere gran parte de su cúpula pero desaprueba su militancia o se une a Unidos Podemos para compartir gobierno, como segundo partido de la alianza.
La respuesta el 27-J. Todo lo demás especulaciones, aunque ninguna buena para el Partido Socialista que perdió su gran oportunidad al no acceder a formar un gobierno con Podemos e Izquierda Unida. Hoy Pedro Sánchez, por mucho que diga él y los suyos, no será sino un tercero en discordia. Ha sido el gran perdedor de esta corta legislatura. Su caída del alambre parece inmediata. Y lo malo es que no hay red debajo.
Salud y República.