Que puedas hacerlo no significa que debas
Cada vez conozco a más freelance, es una tendencia que va a seguir en aumento y poco a poco, la fuerza laboral va a pasar de un entorno donde ejercía como empleado y dependía de una estructura y una jerarquía a depender de él mismo. Se le pagará y valorará en función de sus propias habilidades, capacidades, habilidad para posicionarse, etc…
Lo más normal, es que todos los autónomos -que sería la palabra adecuada en nuestro idioma- tienen un pequeño fallo. Están acostumbrados a hacerlo todo ellos, desde la web, el marketing, la comunicación. Quizás el único ámbito donde siempre se ha confiado en un tercero ha sido el clásico gestor, esa persona o pequeña oficina que nos llevaba los papeles y eso de los impuestos.
Al ser ellos dependientes de ellos mismos creen que pueden ahorrarse unos euros si en vez de contratar a otro profesional para hacer un trabajo. Esta solución puede ser buena si estás empezando y del único capital que dispones es de tiempo, si tienes diez horas y no tienes ingresos, lo más normal es que inviertas tiempo en solventar los proyectos que tengas, buscar clientes o directamente, arreglar tus propios problemas: tecnológicos, legales, financieros, ves más fácil ir y hacerlo tu mismo.
Si la suerte te sonríe y eres bueno y perseverante, debería de llegar un momento que no tendrás horas para invertir en solucionarte tus propios problemas de trabajo. Todo tu tiempo está invertido en tus clientes, y a ellos te debes. Es un desperdicio el ponerse a las doce de la noche para arreglar una web, cambiar un diseño o preparar una mailing list. Y es un desperdicio por múltiples razones.
La primera es que tu no tienes porque ser un experto en el tema, y aunque es posible que al final lo consigas invertirás cinco veces más tiempo que un profesional. Reconozco que a veces da rabia ver como te has pelado horas y horas con un problema para que llegue una persona, pulse un botón y todo funcione, pero el se ha formado para saber que botón has de pulsar y tu eres un experto en otras áreas.
Lo segundo, es que por mucho tiempo que inviertas la calidad no será la misma. No puedes comparar un diseño hecho por tí con el trabajo de un profesional del photoshop o del programa que usen. Es ridículo pensar que podrás mejorarlo y encima es una falta de respeto.
Y por último, te olvidas que tu tiempo también cuesta dinero. Si vas a estar diez horas y tu hora se factura a cien euros, la tontería te costaría mil euros. Si te valoraras más, contratarías a un profesional que te lo solucionaría por el mismo precio -para eso los dos sois profesionales- pero con la salvedad de que él invertiría solamente tres horas. Te has ahorrado setecientos euros y tienes diez horas que puedes facturar a un cliente, el total son mil setecientos euros de más que tienes.
Así que antes de lanzarte a hacer algo tu mismo, a no ser que no tengas liquidez financiera, piensa cuanto cuesta tu tiempo y haz el cálculo de lo que te saldrá más rentable.
Película: The Da Vinci Code