En primer lugar, dejar de ser tan pusilánime. Acaban de decir que la revolución en Egipto es asunto interno. ¡Lo que dijeron los Estados Unidos cuando el golpe de Estado de Tejero en 1981! Lo mismo que dijeron cuando Franco atacó a la Segunda República española. Lo que terminaron diciendo en Honduras. Mentirosos, cobardes y, lo que es aún peor, imbéciles.Están diciendo: preferimos a los dictadores a vosotros, pueblo constituyente.
Lo hacen por miedo a los islamistas. ¡Cuando con ese comportamiento lo único que logran es convocarlos! Los sectores islamistas crecen al calor de la miseria y el castigo. Dame un enemigo y moveré el mundo. Estados Unidos arrasó a la izquierda durante la guerra fría y dejó el camino expedito a los muyaidines (¿O no nos acordamos de Rambo III, cuando Bin Laden era el aliado? Ahora, Europa sigue con esa lógica terrible. Echando gasolina al fuego. ¡Acordaos de cuando eráis demócratas! Y si ya no tenéis entereza para recordar cuando Europa paró los pies al fascismo, acordaros de los errores que cometísteis en Irán.
Es momento de apoyor al pueblo, de darle opciones y herramientas para que se organicen. Es momento de ayudar al pueblo a que sus propios líderes asuman responsabilidades.
Hay medidas que, en nombre de la democracia, podían activarse ya mismo. Lo contrario de la indiferencia con la que se ha pronunciado la UE acerca del futuro de Hosni Mubarak: “El pueblo egipcio tiene derecho a determinar su futuro y sus líderes futuros”, ha afirmado la etérea Catherine Ashton para no pedir la inmediata renuncia del dictador. ¿Diría lo mismo si la revuelta popular fuera en Venezuela, en Cuba, en Bolivia?
Las medidas urgentes serían las siguientes:
1. Retirar el apoyo a los gobernantes corruptos a través de declaraciones públicas en ese sentido. Exigir la inmediata dimisión de Hosni Mubarak.
2. Recordarle al ejército que cualquier intervención contra el pueblo terminará en un tribunal penal internacional.
3. Cerrar el acceso a armas a los que puedan dirigirla a los pueblos.
4. Suministrar apoyo logístico a las organizaciones sociales con representación popular y garantizar el uso de internet y telefonía móvil (comunicaciones en primer lugar).
5. Mostrar públicamente el apoyo a los grupos democráticos de manera decidida (con visitas y reuniones con esos grupos)
6. Facilitar el apoyo de ONG europeas a los grupos sociales.
7. Facilitar el apoyo de los partidos políticos europeos a los incipientes grupos políticos en el Magreb.
8. Aportar ayuda para poner en marcha un proceso constitucional popular.
9. Mostrar una especial sensibilidad por el papel de las mujeres en democracia.
10. Bloquear los fondos en bancos europeos a los corruptos que los han robado al pueblo.
11. Ayudar a formar medios de comunicación independientes.
12. Dar apoyo a las universidades para que bajen su conocimiento a las plazas públicas y ayuden al debate democrático.
13. Dar apoyo a los grupos que abogan por la separación entre Estado y religión.
O lo podemos resumir de otra manera: poner el mismo interés en Egipto (y el resto del norte de África) que pusieron en su día en Nicaragua, en Costa Rica, en la República Democrática de Alemania, lo que hicieron en Checoslovaquia, lo que hicieron en Hungría, etc. etc.etc., pero en vez de hacerlo para desmovilizar al pueblo, hacerlo para empoderar a ese pueblo que se está comportando con tanta valentía.
Para que Europa no siga muriéndose de vergüenza.