Filosofía Slow Living: ¿Qué puedes aprender de ella?
"Lo Slow es una revolución, una alternativa a nuestra obsesión por la velocidad. Ves más cuando te tomas las cosas con un poco más de lentitud, puedes entonces apreciar cada detalle como si estuvieras viendo una película a cámara lenta. Lo Slow se puede manifestar en cualquier diseño, objeto, espacio o imagen que impulse la promoción de los artesanos locales, de los diseñadores locales, de los sabores locales. Es un concepto infinito: puedes hacerlo tuyo de la manera que tú quieras. Lo Slow trabaja para contrarrestar la vida apresurada y la desaparición de las tradiciones locales. En en un mundo que está loco, abarrotado de gente y que es increíblemente ruidoso, es bueno para el alma vivir una vida mejor viviéndola más despacio"
El movimiento Slow -con la organización Slow Food- comenzó en 1986 como una protesta cuando en la Plaza de España de Roma se intentó abrir un Mc Donald's (¡¡¡¡). Desde entonces esta filosofía se ha convertido en una corriente cultural que aboga, entre otras cosas, por vivir el momento, por tomarse el tiempo necesario para preparar la comida y alargar la sobremesa entre amigos, por disfrutar de un atardecer, por echarse la siesta...
"Por hacer las cosas lo mejor posible, no lo más rápidamente posible.
Por saborear las horas y los minutos en vez de contarlos.
La Filosofía Slow consiste en anteponer la calidad a la cantidad en todo, desde el trabajo a la comida, incluso en el ejercicio de la paternidad."
Estos son sus principios fundamentales a aprender, según Carl Honoré, autor de la biblia del Slow Movement, "In Praise of Slowness". Y la verdad, no le veo yo a este señor cambiando de filosofía y diciendo aquella famosa frase de Groucho, "estos son mis principios, si no le gustan tengo otros". Más que nada porque hacerlo supone una agilidad y una rapidez de pensamiento que no sé yo si casan muy bien con lo slow.
#MDI (Macedonia de Inspiración)
Fotos: via Mariola Azores Lifestyle board on Pinterest