¿Qué sabemos nosotros del sufrimiento de los demás?

Por Maje
Una servidora viviendo el dolor
en un curso de Constelaciones Familiares y Biodanza
en Aluenda (Zaragoza - España) Año 2007

Quizás nos definamos como personas empáticas, personas que sabemos ponernos en “la piel” de los demás, y aún así, se nos escapa la esencia del dolor de lo que vivimos cada persona, tan solo podemos aproximarnos más si hemos vivido alguna circunstancia parecida a la de la otra persona.
A veces lo que comúnmente llamamos confianza hacia alguien, nos hace acercarnos hacia su dolor, y otras, por esa misma confianza, nos alejamos de su dolor, dejamos de ponernos en su piel, dejamos de empatizar por el hecho de que dejamos de darle importancia a lo que siente porque “pensamos que es fuerte”, o que ha salido “airos@” de otras circunstancias de dolor, o que “siempre está con lo mismo”, o que nuestro dolor tiene más motivo de sufrimiento que el suyo... ¿cómo podemos valorar, en definitiva juzgar, el dolor que sienten los demás?.
Cada un@ podremos ponernos realmente en el lugar del otro, empatizar con el dolor del otr@, cuando conozcamos todas las “gamas” de nuestro propio dolor, cuando miremos “de cara” nuestras sombras, para que a medida que así sea, podamos vislumbrar mínimamente que el dolor del otro es igual de “válido” que el nuestro, aunque pensemos con nuestra mente, que sus circunstancias son “más favorables” que las nuestras.
Sí, es así, cada un@ vivimos el dolor o el sufrimiento de una manera diferente ante situaciones parecidas. Podemos practicar afirmaciones, hacer terapias, cursos, leer libros de autoayuda, tener personas que nos acompañan en esos momentos, cada un@ hacemos lo que sentimos que es mejor para poder APRENDER de la vida que elegimos vivir, para continuar evolucionando como Seres Espirituales que somos en Esencia.
Algun@s elegimos pasar por la Universidad de la Vida con circunstancias “muy de tierra” que nos hacen crecer, otr@s tienen tal conexión con “el cielo” y desde allí continúan evolucionando para poner “los pies en la Tierra” y completar el resto de su Ser, otros vienen “desconectados” de su existencia… da igual el camino que hayamos escogido porque hay un hilo conductor que nos acerca SIEMPRE hacia nuestra Evolución como especie: el amor a nosotr@s mism@s.
Quizás por esa falta de amor a nosotr@s mism@s, que tradicionalmente se suele confundir con egocentrismo y egoísmo, dejamos de saber que es lo que verdaderamente siente el otro con su sufrimiento. Si verdaderamente nos miráramos y conectáramos con nuestro propio sufrimiento, podríamos llegar a vislumbrar algo de lo que es el sufrimiento de los demás. Pero nos suele rondar esa pandemia llamada MIEDO, miedo a sentir lo que los humanos sentimos, pues creemos que mirando nuestras sombras, dejaríamos de tener “poder” ante los demás y ante nosotr@s mism@s, y sin embargo el Poder está en nosotr@s igual, con miedo o sin él, solo hemos de mirarlo.
Hasta para el dolor nos permitimos el “lujo” de juzgar a los demás y esto viene dado por nuestro propio juicio hacia nuestro propio dolor, si realmente nos “abrazaramos” en nuestro dolor permitiéndonos llorarlo intensamente como hacen los niños, quizás comprenderíamos que el dolor no tiene dueño, ni patente, ni premisas para sufrir más o menos y justificar nuestro dolor como el más fuerte que se puede vivir… ¿qué sabemos nosotros del dolor de l@s demás?
... Vivamos nuestro dolor para continuar evolucionando y así poder empatizar realmente con el dolor del otro.
“EL DOLOR AJENO AL VUESTRO ES VUESTRO DOLOR PUES TODOS FORMAIS UN MISMO CUERPO, COMO VUESTRO PROPIO CUERPO FÍSICO QUE ESTÁ LLENO DE CÉLULAS QUE SE COMUNICAN Y ACOMPAÑAN EN TODAS LAS CIRCUNSTANCIAS DE EXISTENCIA” (Mg)
P.D.: Este escrito surgió hace unas semanas motivado por el dolor de una persona muy importante en mi vida desde que nos conocimos hace unos meses, que me está ayudando a evolucionar como ser en TOTALIDAD y que también me acompaña en mi dolor. Te lo dedico con todo mi AMOR, el que está en mi Alma...

María Jesús - Maje - Majeito (Agosto de 2010)