Hoy en el Blog nos apetencía hablar de la Inteligencia… quizá las Inteligencias? Tenemos la suerte de preguntar sobre este tema a Miriam Escacena profesora de nuestro Curso Online Reconocer y potenciar las Inteligencias Múltiples y esto fue lo que me respondió…
¿Qué sabes de la inteligencia de tu hij@?
Por Miriam Escacena
¿Has reflexionado alguna vez sobre qué queremos expresar cuando decimos que un niño o un adulto “es muy inteligente”? Normalmente relacionamos la inteligencia como la brillantez académica, pero no tiene porqué ser así.
Conocemos más de un caso de personas que han llegado muy lejos en la vida pero a las que nunca se les dio bien la escuela o ni si quiera sin tuvieron la oportunidad de ir, ¿verdad? Y lo que queremos para nuestros hijos es que sean felices, no presumir de sus notas.
¿Y qué sabes de tu propia inteligencia?
Es posible que cuando fuiste al colegio alguna vez te hicieran pasar alguno de los famosos test de coeficiente intelectual e incluso después le dieran un informe a tus padres y unas indicaciones sobre lo que te sería más conveniente a estudiar.. He conocido más de un caso de personas que siendo adultas se han dado cuenta de cómo estas pruebas les hicieron sentirse limitados siendo sólo niños y les condicionaron enormemente en la vida, ¡qué pena!
Tradicionalmente estos test se basaban en medir las habilidades lógico-matemáticas y lingüísticas, pero sin ver más allá de las capacidades de cada individuo. ¿Qué hay de los grandes músicos, deportistas, pintores, escultores, artesanos?
Cada individuo es único y tiene un conjunto de capacidades que puede desarrollar enormemente si tiene la oportunidad de hacerlo y descubrir qué es aquello que le apasiona, su “elemento”, tal y como dice Sr. Ken Robinson en su famoso libro que recomiendo enormemente.
Afortunadamente hace unos años se produjo un cambio de paradigmas importante que supuso una gran revolución respecto a lo que se entendía por inteligencia. Howard Gardner, psicólogo, investigador y profesor de la Universidad de Harvard, desarrolló su Teoría de las Inteligencias Múltiples, y aunque en su momento no fue muy aceptada por sus compañeros de educación hoy se pone en práctica en los centros de excelencia educativa.
Gardner define la inteligencia como la «capacidad mental de resolver problemas y/o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas».
Además, gracias a sus investigaciones descubrió que la inteligencia no es algo único, sino la suma de una serie de capacidades específicas, distintas e independientes. ¡Hasta ocho inteligencias distintas!
1.- Lingüístico-verbal: entender y usar el lenguaje verbal y escrito en forma efectiva.
2.- Lógica-matemática: usar de los números en forma efectiva, razonamiento, cálculo y lógica matemática.
3.- Musical: apreciar, componer, distinguir y producir la música.
4.- Visual/espacial: interpretar imágenes, dimensiones, colores, formas, líneas, orientación.
5.- Corporal-kinestésica: usar el cuerpo como una forma de expresión de ideas y sentimientos en diversos contextos.
6.- Interpersonal: entender a otras personas, sus motivaciones, ayudar, resolución de conflictos, negociación.
7.- Intrapersonal: comprenderse a uno mismo, qué queremos alcanzar, las propias virtudes, los puntos débiles.
8.- Naturalista: distinguir entre un tipo de animal u otro, una planta u otra, apreciar la naturaleza y todos los seres que la componen.
La inteligencia no es algo innato e inamovible como antes se creía, sino que es una capacidad que se puede explotar a través de la educación, y de ahí nuestro importante papel como padres.
El no adaptarse a la escuela tal y como está concebida o no dar buenos resultados en los clásicos test de inteligencia no tiene que condenarnos al fracaso. Lo que queremos para nuestros hijos es que sean felices, independientemente de lo que decidan estudiar o a lo que se terminen dedicándose.
Picasso dijo una vez que todos los niños nacen artistas. El problema es seguir siendo artista a medida que crecemos, y con el sistema educativo que “padecemos”, cuyo punto fuerte no es precisamente fomentar la creatividad ni desarrollar todas las capacidades de los niños.
El sistema educativo sigue siendo muy rígido y estandarizado, dirigido a educar a “la masa” y quizá se esté quedando obsoleto, (fue diseñado hace más de doscientos años y va llegando la hora de cambiarlo). Debería ser al menos más personalizado y tratar de potenciar las habilidades de cada niño.
Los padres tenemos el reto de acompañar a nuestros hijos en el apasionante viaje de descubrir qué es aquello que les apasiona y en lo que pueden dar lo mejor de sí mismos, aportando su granito de arena para hacer de este mundo algo un poquito mejor.
¿Te animas a descubrir todo el potencial de tu hij@?
Si quieres saber más sobre el tema, te invito a escuchar el webinar que ofrecimos recientemente o a echar un vistazo a nuestro curso Reconocer y potenciar las inteligencias múltiples.
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