También he oído que la selección le metió un 10-0 a Tahití (sí, también allí juegan a fútbol) en una competición que se disputa como aperitivo del Mundial del año que viene, en el mismo escenario donde millones de personas que continúan siendo tan pobres como siempre, a pesar del milagro brasileño, por fin han dicho basta y reclaman menos mundiales y menos Juegos Olímpicos y más dignidad; que algo parecido sucede en Turquía, donde buena parte de la población se ha rebelado contra el discurso único y los delirios de grandeza de su presidente, quien –qué raro– se ha apresurado a acusar a los contestatarios de terroristas (¿de qué me suena?); que en Catalunya continuamos monopolizados por el debate soberanista, mientras el gobierno neoliberal de CiU sigue con la tijera a todo trapo (pobrecitos, les obligan a hacerlo, pero ellos no quieren) y se multiplican las evidencias de saqueo a los recursos públicos, acusaciones que, por supuesto, son orquestadas contra los honestísimos políticos nacionalistas por parte de quienes pretenden dinamitar las aspiraciones soberanistas del poble català (próximamente escribiré un artículo sobre la cuestión independentista).
De los (no) pisos (no) vendidos por la Infanta no sé nada. La Agencia Tributaria tampoco parecía saberlo, hasta que esta tarde ha dejado por fin las cosas muy claras (¿sí, seguro?). Todo ha sido un lamentable error… Y tampoco sé nada del banquero bueno al que un juez malvado envió injustamente a la cárcel. Por suerte, la injusticia ya ha sido solventada.
Lo más importante, de todas formas, es que estamos saliendo de la crisis. El mejor ejemplo es la inminente fusión entre PP y PSOE. El principal partido de la ¿oposición? se ha dado cuenta de que lo que este país necesita es un gobierno fuerte, sin fisuras, que acometa sin titubeos la labor de ¿mejorar las condiciones de vida de las personas? ¿Reducir el paro? ¿Mejorar los servicios públicos? ¿Apostar por un modelo productivo basado en el conocimiento? Ay, cuánto soñador con pájaros en la cabeza. Lo importante, lo que España requiere, es más sacrificios para lograr esa meta ansiada, esa recompensa al final del camino llamada objetivo de déficit. Juntos podemos lograrlo. Como hemos logrado ya que fluya el crédito… A qué vienen esas caras desencajadas y esos improperios… Pero si me he limitado a reproducir la realidad. Es lo que dice el gobierno a través de sus medios amigos y de la publicidad. ¿O es que no habéis visto/escuchado el anuncio del FROB? Sí, ése, el del grifo.
Este mediodía he tenido la inmensa fortuna de escuchar la nueva versión, en la que se arrojan incuestionables datos sobre las cataratas de dinero que, gracias al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, está cayendo sobre la economía real. Por fin pequeñas y medianas empresas y autónomos disfrutan de un entorno ideal para generar riqueza. Gracias al FROB, y al gobierno del PP, por supuesto.
Si es que nos quejamos de vicio.
Bueno, ahí os dejo, que tengo una novela que promocionar. Sí, ésa, la de la foto de la cabecera.