No cabe duda de que el tema ha llenado muchas de nuestras horas de ocio. Y es que los dirigentes de las empresas del entretenimiento saben cómo rentabilizar un producto. El problema es que inteligencia y originalidad son dos conceptos que no siempre van ligados.
Estamos acostumbrados a oír hablar de los Test de Inteligencia. Quizá incluso ya hayas realizado alguno. Pero, ¿la creatividad se puede medir? Ellis Paul Torrance, considerado uno de los más grandes estudiosos de la creatividad, dice que sí. Y para ello creó el Torrance Tests of Creative Thinking (TTCT) usado entre otros sitios en el Torrance Center, un test donde se pueden medir los diferentes parámetros que rigen la creatividad. La fluidez (cuántas ideas/soluciones diferentes puedes aportar a un problema), la flexibilidad (lo variadas que son esas ideas entre si), la elaboración (el nivel de detalle o desarrollo de esas ideas) y, por supuesto, la originalidad (lo diferente que son las ideas respecto a las ideas de los demás). Es decir, la originalidad, lejos de ser un parámetro subjetivo, es una variable de la creatividad que se puede medir.
Lo más importante de todo es tener en cuenta que la creatividad tiene dos vertientes, la inventiva y la expresiva. Estamos muy acostumbrados a ver la creatividad como aliado de las artes, creando valores estéticos y emocionales, los que se considera creatividad expresiva. Pero tan importante como ésta es la creatividad que permite los avances en las matemáticas, la ciencia en general o en áreas sociales. La creatividad inventiva es la que ayuda a alguien a identificar un problema donde otros no lo reconocen. Le es posible dar una solución adecuada, simple y efectiva, dando como resultado nueva perspectiva en cualquiera de los campos mencionados. ¿Alguien sabe cuál es la definición de Ingeniería?
En los grados de La Salle, la asignatura Disseny i Usabilitat I tiene entre otros cometidos el hacer conscientes a los estudiantes de su propia capacidad para afrontar nuevos retos, enseñándoles herramientas y procesos que les permitan desarrollar esta necesaria habilidad.
Crear nuevos productos que sirvan a la sociedad, desde Serious Games hasta Sistemas de Comunicaciones (y para diseñar videojuegos, claro), pasa por tener una buena formación técnica, pero no se puede dejar de lado la formación en creatividad, base de la resolución de problemas.