Después de hablar de eficiencia energética y de lo que le aporta el Smart Metering a las ciudades ecointeligentes, vamos a continuar con aplicaciones enfocadas en el cuidado del Medio Ambiente.
Recogida y tratamiento de residuos urbanos
Un campo en el que se está avanzando mucho son las aplicaciones relacionadas con la gestión de los residuos urbanos. Podemos encontrar cada vez con más frecuencia sensores que avisan, por ejemplo, cuando los contenedores están llenos y ayudan a planificar la retirada de los residuos según las necesidades reales de la ciudad.
Un ejemplo concreto de este tipo de aplicación se da en Vitoria-Gasteiz, Capital Verde Europea 2012. Mediante una etiqueta tipo RFID los contenedores de residuos orgánicos, papel/cartón y envases ligeros informan mediante GPS de su ubicación, así como del último vaciado y pesaje. Se dispone además de GPS instalados en casi toda la flota de vehículos de limpieza y recogida de residuos, con un programa para visualizar la posición de cada vehículo lo que permite optimizar rutas y ahorrar tiempo y recursos. Además, se tiene un inventario de papeleras, contenedores y buzones de recogida neumática georeferenciados, con datos de modelo, fotos, estado de conservación y limpieza, lo que, sin duda, facilita su mantenimiento. Adicionalmente se realiza una vigilancia en tiempo real del estado de las Centrales de Recogida Neumática, con información de consumos, apertura de válvulas, estado de la central, históricos de recogidas, secuencias de recogida, entre otras cuestiones.
Gestión de parques y jardines públicos
Relacionado con las zonas verdes, el uso de sistemas de automatización de riego hace posible controlar a través de programadores y temporizadores el momento en el que se riega. Esto, complementado con la información proporcionada por pluviómetros, puede ajustar el riego y ahorrar mucho agua en el contexto de las ciudades.
Un ejemplo en esta línea es el municipio de Sant Cugat del Vallés (Barcelona), donde la instalación de unos sensores que permiten medir el nivel de humedad de la tierra en los parques municipales ha permitido un ahorro del 20 % en el agua empleada con este fin.
Medición de parámetros ambientales
Otro campo interesante es la monitorización y seguimiento de los parámetros ambientales. Podemos medir, por ejemplo, la calidad del aire, la calidad del agua, el ruido, la humedad, la temperatura y la concentración de polen.
Destaca en este campo proyecto denominado Live Singapore, que trataremos en ecointeligencia con más detalle. Mediante esta plataforma se proporciona a los ciudadanos acceso a un amplio abanico de datos acerca de la ciudad, datos que en gran parte son proporcionados por los mismos ciudadanos.
Otro ejemplo destacable es el desarrollado en la Universidad de Harvard (Cambridge – Reino Unido dentro de la iniciativa CitySense. Se han desplegado más de cien sensores que miden variables medioambientales como la temperatura, la concentración de CO2 y de partículas en el aire. Los sensores están desplegados utilizando para ello las farolas o los edificios públicos y los datos que recogen son transmitidos en tiempo real a los servidores centrales. Este proyecto ha sido creado como una instalación experimental para estimular el desarrollo y las aplicaciones de las nuevas redes de comunicaciones inalámbricas y las redes de sensores, así como para proporcionar una plataforma de evaluación con escala significativa y realismo. Los retos más importantes son, además de la implementación y el mantenimiento de dicho sistema, la inherente problemática de la fiabilidad y el rendimiento del equipamiento hardware y software desplegado.
Estos ejemplos, como hemos podido observar, acercan la tecnología al ciudadano, dándole la posibilidad de informar e informarse sobre lo que sucede en el entorno medioambiental de su ciudad, todo un ejemplo del avance la sociedad 2.0.
En nuestra siguiente entrega hablaremos sobre infraestructuras en la Smart City.
Os dejamos con un vídeo del proyecto Smart Street de San Cugat del Valles (Barcelona):