¿Por qué está tan raro el hermano mayor?
En muchas ocasiones solemos dejar a los niños al margen. Y no me refiero no contarles algo. Sino que nos pensamos que entienden mucho menos de lo que de verdad lo hacen. Los niños son muy sentidos. Y cualquier cambio en sus rutinas. Puede suponer un estrés para ellos. Todos sabemos como están cuando un día se acuestan más tarde o han tenido un día especial. En seguida, veremos que no están como siempre, ya sea de emoción, de cansancio…
Entonces pensemos, lo que supone tener un hermanito. Todo a su alrededor, tal y como conoce el mundo, cambia de una forma radical. Pero estos cambios que nos referimos, no es el cambio de habitación, ni de ciudad. Supone que a partir de ese momento. Va a tener que compartir con alguien, al que aun no tiene aprecio, a sus bienes más queridos, a quienes
A todos se nos viene una palabra a la cabeza “CELOS“. Los niños no son adultos, pero tienen sentimientos. Y notan los cambios a su alrededor. Por eso, debemos ponernos en su lugar a la hora de tratar un problema como los celos por un nuevo hermano.
El mejor consejo que se puede dar, es que tratemos el tema desde unos meses antes de dar a luz.
¿Qué hacer para evitar los celos?
Se trata de la pregunta del millón. Y por desgracia, la gente y nosotros mismos, os daremos mil y un consejos para evitar que los niños sufran a la llegada de un nuevo hermano. Pero os aseguramos que no hay ninguna medida que funcione seguro.
Cada niño, es diferente y si le sumamos la situación en casa. Es imposible encontrar dos casos iguales. Tal vez similares, pero cada uno necesita de un análisis personal del niño y su entorno.
Lo más recomendado es razonar con el niño. Aunque para conseguir esto, el niño deberá estar acostumbrado a hablar con los padres y que le expliquen las cosas, desde mucho tiempo antes.
Si el niño es caprichoso, lo tendremos muy difícil. La educación comienza desde el parto. Y cuanto más retrasemos los conceptos de envidia, celos, agresividad… Más complicado nos resultará que el niño lo entienda. Y desde luego no podemos intentar cambiar esto a la vez que el niño está en una fase profunda de celos. Por eso el mejor consejo, es ir paso a paso y no descuidar la educación en ningún momento.
En estas situaciones, los niños no necesitan más juguetes, lo que necesitan es más cariño. Será la mejor arma que tenemos. Que se sienta tan querido que no dude y no pueda tener celos del hermanito.
Para acabar, te diré, que es una situación temporal. A todos los niños se les acaba pasando. Debemos tomárnoslo con mucha calma e intentar estar ahí para escucharle y abrazarle. Y sobre todo que se involucre en actividades con su hermano pequeño. Para que vayan generando sus lazos de hermanos.