Que Siente Un Inmigrante En Otro País

Publicado el 15 septiembre 2018 por Carlosgu82

Es difícil escribir sobre éste tema, al empezar a hilar ideas en mi mente ya siento ese nudo en la garganta, un sin fin de sentimientos se adueñan de ti cuando eres inmigrante, ante todo se debe tener la fortaleza de cómo manejar correctamente ese torbellino de estados de ánimo, si no sabes como lidiar con ello, puede convertirse en tu principal enemigo, tanto así como llegar a desmoronarte y por ende caer en el fracaso. A menudo cuando familiares y amigos me preguntan cómo estoy, les digo una respuesta ya establecida como patrón, todo bien gracias a Dios, y es que se ha vuelto en una mentira usual que satisface a quien está al otro lado de la pantalla, pero qué sería de mi imagen si les dijera la verdad, si les dijera que todo es una gran farsa, que nada está bien, económicamente y emocionalmente no estoy en ese idilio que me ofrecía el empezar una nueva vida en otro país. si bien es cierto que conlleva tiempo en lograr una estabilidad afuera, no es menos cierto que nunca te advirtieron de todos los contratiempos a los que te enfrentarías, que no sólo debes luchar para conseguir un lugar en una sociedad donde empezaste a existir cuando llegaste, también debes sobrellevar ese ánimo que es tan cambiante como el clima, un día estas tan feliz que quieres abrazar a todos y otro día casi estas dispuesto a suicidarte, se vuelve frecuente el cambio de humor repentino, puedes pasar de reír a carcajadas a deprimirte tanto que comienzas a llorar, la palabra extraño parece formar parte de todo lo que te rodea, es tan complicado que vives dos vidas paralelas, aquella que dejaste en tierra y esa nueva que estas construyendo, muchas veces es difícil distinguir la realidad, tanto así como despertar y perder la noción de donde estas, te levantas pensando en que fue una terrible pesadilla, pero al instante te das cuenta que estas en ese lugar donde una gran parte de ti desea nunca haber llegado. No hablo de si se es lo suficientemente agradecido de las nuevas oportunidades que te pueda ofrecer ese comienzo, no, hablo de cómo te afecta emocionalmente ese proceso y que es inevitable y que seamos sincero muchos lo ocultamos simplemente por no desafiar los patrones perfectos de conductas que ya ha establecido previamente la sociedad y que cualquiera que lo infrinja está en un gran error, señores hablemos de humanidad, de ese sentir, de lo que nos mueve y de lo que callamos muchas veces por miedo a la no aceptación de una mayoría esclava de si misma, hablemos entonces que si, me equivoqué, de que no es como yo pensaba, no es en el fondo lo que yo deseaba y no es lo que me hace feliz, no me hace feliz ser una desconocida, el caminar por las calles con la mirada perdida buscando algo, lo mínimo que me recuerde a lo que una vez fue mi vida, y que nunca encontraré fuera aunque llegue a tener mucha comodidad y confort, hay vacíos que no los llena nada, ni siquiera el tiempo y ser emigrante es uno de esos vacíos.