Un conjunto de ideas sobre cómo lograr un propósito empresario, las acciones para tratar de lograrlo y la creencia en que se puede lograr: permiten la creación de productos y servicios, aunque en el presente pueda ser que no exista un mercado maduro para ellos.
Dicho de otra manera, las oportunidades empresariales se construyen con nuevas ideas, conocimientos y la confianza en obtener resultados beneficiosos.
La Internet que usamos a diario, con todo tipo de dispositivos para infinidad de propósitos comerciales, para el ocio, para la gestión de procesos o controlar cosas, y también para aprender, tuvo origen mucho después que se dominara la tecnología para el almacenamiento y distribución de información mediante redes telemáticas.
Internet, tal como la usamos actualmente, necesitó que surgiera Netscape©, la idea de Marc Andersen de crear una interfase fácil de usar para “navegar” por la web surgió de su creencia que Internet podría ser una fuente de negocios y de su encuentro con el talento visionario de Jim Clark; quien le mostró un gran propósito comercial para una pequeña pero valiosa idea tecnológica: “Hay un montón de gente con grandes ideas acerca del mercado y las tecnologías, pero se olvidan de cómo llegar a los clientes” (Jim Clark).
Entonces, la oportunidad empresarial consiste en:
- Nuevas ideas o inventos que pueden conducir o no al logro de varios fines económicos que se hacen posibles gracias a esas ideas o invenciones;
- Las creencias de poder obtener resultados favorables cuando se siguen fines valiosos; y,
- Acciones que generan e implementan esos fines a través nuevos productos y/o servicios económicos como bienes, empresas o estándares.