¿Qué son los fármacos biológicos?

Por David Ormeño @Arcanus_tco

Puede que te haya llegado a los oídos la palabra " fármacos biológicos". Es un término bastante actual que define una manera concreta de sintetizar nuevos fármacos usando la biotecnología y la ingeniería genética para ello. Esto tiene una serie de ventajas increíbles, abarata costes y permite producir más en menos tiempo. Por todas sus ventajas, los fármacos biológicos están convirtiéndose en uno de los grandes segmentos de la farmacia moderna. Es un apartado de la medicina del futuro que ya está aquí; una pieza increíblemente importante en su desarrollo y en el bienestar de la sociedad. Vamos a ver por qué.

¿Qué son los fármacos biológicos?

Ya os contamos, hace unos meses, el proceso de fabricación de un medicamento. Este método tradicional de síntesis de moléculas es la base de la industria farmacéutica actual. Resumiendo, se detectan componentes activos que actúan sobre una patología, se afinan y se sintetizan por métodos químicos. Al contrario que los medicamentos tradicionales, los fármacos biológicos son producidos con la ayuda de organismos modificados genéticamente para tal fin. Básicamente utilizamos "fábricas" orgánicas, en biorreactores, para que produzcan la sustancia que queremos, la cual purificamos y empaquetamos como un producto nuevo. Para ello, tomamos un microorganismo o una célula animal y le "damos" las instrucciones necesarias para que fabrique, con toda la maquinaria celular, lo que queremos que haga. Esto lo hacemos modificando su ADN, por supuesto. ¿Por qué nos conviene hacer esto? El proceso, en primera instancia, es bastante costoso. En general, manipular un organismo, siempre lo es.

Pero con las herramientas modernas se ha vuelto un proceso muy asequible. La maquinaria biológica, por otro lado, es de las más precisas y eficientes que existe en el universo. Gracias a esto, hormonas como la insulina, la hormona del crecimiento humano o compuestos como los CERA, se han vuelto muy baratos, mucho más que antes. Así el tratamiento barato para enfermedades comunes y peligrosas se ha vuelto una posibilidad. Gracias a los organismos modificados genéticamente. Por otro lado, los fármacos biológicos permiten obtener una serie de moléculas muy complejas imposibles o muy caras de sintetizar en el laboratorio. También permite diseñar moléculas personalizadas, un aspecto importantísimo para el tratamiento de algunas patologías como la artritis o el cáncer. En general, los fármacos biológicos han abierto una puerta increíble de posibilidades, abaratando costes y permitiendo tratamientos antes imposibles.

Ventajas y desventajas

Los fármacos biológicos, tienen también sus críticas. La síntesis por parte de un organismo es complejísima. De ahí sus ventajas. Pero también sus inconvenientes ya que la biosíntesis puede producir productos adicionales. Esto se puede solucionar fácilmente con una purificación; pero la complejidad molecular crea interacciones entre los productos que no permiten, siempre, la correcta purificación. Por otro lado, la complejidad molecular de los productos sintetizados no siempre nos permite conocer, con exactitud, las acciones que tendrán estas moléculas en nuestro cuerpo. Otro aspecto importante es la inversión en el desarrollo de dichos medicamentos. Los fármacos biológicos necesitan de una inversión enorme para sintetizarlos de novo, es decir, desde cero, lo que ralentiza los primeros pasos. No obstante, a pesar de las barreras, cada vez son más y mejores los fármacos biológicos disponibles en el mercado, algunos de los cuales están en él desde hace varias décadas.

Hay que dejar claro que los fármacos biológicos comercializados y aprobados por las agencias son todo lo seguros que pueden ser. Por eso están aprobados. Los medicamentos más sencillos y usados normalmente son bastante fáciles de sintetizar, además de muy baratos, por lo que, en principio, no tiene sentido convertirlos en fármacos biológicos. Sin embargo, los fármacos biológicos comienzan a sustituir, poco a poco, a tratamientos complejos de enfermedades complicadas y que hasta ahora se habían tratado con moléculas que "imitaban" pobremente a otras capaces de hacer mitigar la enfermedad. Los fármacos biológicos, sin embargo, no solo imitan estas moléculas a la perfección, sino que son capaces de imitar el hecho de que hayan sido producidas por el mismo cuerpo, por lo que las hacen aún más eficaces. En 15 años, los fármacos biológicos se han convertido en el 40% del gasto hospitalario, lo que da un buen ejemplo de la importancia que tienen para la salud, actualmente. Y es que, por muy hábiles que seamos sintetizando compuestos, nunca lo seremos tanto como la propia vida.