Mucho se habla y sobre todo, se publica acerca de los hábitos saludables. Libros, post en redes sociales, post en blog, charlas motivacionales… Todos los expertos e incluso gurús de la productividad y la salud emocional hablan y aseguran que contar con hábitos saludables es fundamental para una vida plena y tranquila. Pero, ¿qué son realmente los hábitos saludables? ¿Por qué son tan beneficiosos? ¿Cómo podemos implementarlos en nuestra vida diaria?
Hábitos saludables: definición
A día de hoy el concepto de hábito saludable está tan extendido e integrado en la sociedad que la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha arrojado una definición oficial sobre los mismos: “un estado perfecto de bienestar físico, mental y social” que lo proporcionan una serie de conductas que son beneficiosas para nuestra salud y vida cotidiana.
Los mismos, estos hábitos, de implementarlos en nuestra vida diaria de forma rutinaria nos ofrecerán efectos muy positivos en todos los aspectos de nuestro cuerpo – mente y vida en general.
Los hábitos saludables suelen ser una característica intrínseca de las personas que gozan de buena salud y es que como refieren los profesionales, tener buena salud no es solo la ausencia de enfermedad sino también tener conductas que nos aportan beneficios positivos.
Entre los hábitos saludables más habituales y cotidianos que todos conocemos y que deberían ser una constante en nuestra vida se incluyen: comer de forma saludable (sin azúcares, fritos, grasas y alcohol de forma habitual), descansar, trabajar la tranquilidad mental, realizar actividad física de forma regular…
Hábitos NO saludables
Es algo que todos a priori, solemos reconocer a primera vista. Sabemos cuando algo no es beneficioso para nuestra salud e incluso, puede convertirse en algo perjudicial sobre todo si lo mantenemos en el tiempo.
Todo lo que suponga un riesgo para nuestra salud física – mental – emocional de forma puntual o prolongada (efectos mayores) se considera un hábito no saludable. Son más habituales de lo normal que estemos bajo sus efectos y es que por desgracia, son hábitos socialmente aceptados. Deberías trabajar su eliminación de nuestra vida en caso de poseer alguno.
Fumar y Alcohol
Los más extendidos y habituales en el día a día porque socialmente están “bien vistos”. De hecho, si sales de noche y no tomas alcohol a veces tendrás que lidiar con comentarios incómodos. Es algo que deberíamos trabajarnos todos. Fumar en ningún aspecto y circunstancia es algo positivo. Nada. Sobre todo porque es algo que en muy poco tiempo genera un hábito del que es muy difícil salir.
El alcohol en su justísima medida (quizás una copa de vino de vez en cuando) es asumible pero prescindir de él nos hará más fuertes y con mayor fuerza de voluntad. Aplaudamos a quien sabe divertirse sin alcohol y no al revés.
Comida saturada
Cuánto nos cuesta comer bien y dejar de lado la comida saturada – basura – no saludable. Pero es algo que va minando poco a poco nuestro organismo y que además, genera adicción. Pensamos que no es nada negativo, que un dulce no nos hará daño pero el azúcar de cada día en el café, todos los días; los fritos; las grasas… nos dejarán huella en el organismo y no solo estéticamente.
Trabajar en exceso
Aunque no lo parezca, trabajar en exceso no es positivo. Como todo lo que hagamos de forma compulsiva y sin saber desconectar se convertirá en algo negativo para nuestro organismo. Por eso, es importante saber separar y parar de trabajar para dedicarnos tiempo de ocio y descanso. Hay que saber racionalizar y ocupar nuestro tiempo de forma inteligente.
Vida sedentaria
Hay que moverse. El ejercicio es vida y salud para el cuerpo físico pero también para el cerebro y las emociones. Empezar el día moviéndonos nos ayudará a activarnos, a conectar con el día y conseguir que nuestras células estén vivas.
Una vida sedentaria es de los peores hábitos que podemos acometer en nuestra vida. Debemos incluir una dosis diaria de ejercicio físico y no hay que destrozarse, con caminar al menos 45 minutos al día estaremos sumando salud.
Ansiedad y estrés
Aunque parezca que es algo más difícil de manejar y/o controlar, la ansiedad y el estrés deben estar siempre a ralla en nuestra vida. Unos niveles constantes y elevados de ansiedad y estrés nos generarán importantes daños que debemos revertir lo antes posible.
¿Cómo generar hábitos saludables?
El ser humano es un “animal de costumbres”. Nos gusta la rutina y nos “enganchamos” a ella y sobre todo, a sus beneficios. Es cierto que un hábito saludable nos costará más que uno No saludable y es que por algo, lo negativo cala más rápido en nosotros.
Para incluir un hábito saludable en nuestra vida es importante ser constantes y sobre todo, empezar. La práctica diaria, la fuerza de voluntad y la rutina nos ayudarán a que en poco tiempo, los hábitos saludables sean algo natural en nuestra vida.
Si comemos de forma saludable, si no fumamos, si no bebemos alcohol, si nos movemos, dormimos bien y trabajamos en equilibrio con el descanso, estaremos teniendo una vida positiva en todos los aspectos: físico – mental – emocional.
Con coaching es más fácil implementar hábitos saludables en el día a día. Identificaremos los que son necesarios para tu caso particular y a partir de ahí, diseñaremos un plan de acción. ¿Comenzamos?