Que suerte tango, de haberte conocido!

Por Lorienold @lorienold

El ¡tango!.  No se como, ni cuando, ni en que momento, me llegó ¡tan adentro!  Me caló ¡tan hondo!  ¿En un compás dos por cuatro?  ¿En una fusa escapada de un “gallo ciego”?  ¿En el primer abrazo de su música envolvente?

El tango es como un sueño.  Te arropa.  Te mece en calesita.  Te retiene.  Te atrapa de tal forma que no quieres despertar.  No distingue colores.  Ni naciones.  Ni razas.  Ni edades.  No importa si estás solo o tienes compañera.  No importa lo que hagas o la posición social que tengas … El tango nos iguala a todos.  Nunca hubo un lenguaje más sencillo y, al mismo tiempo, más universal.  Sobran las palabras: escuchas, abrazas, interpretas … y te deslizas.  Te dejas llevar por la tarima: un arrastre, un ocho, una caída …

Si, en nuestra vida fuera todo tan fácil … con un solo abrazo bastaría.  Pero el tango es más que eso: es amistad, risas, complicidad, pasión …  Es también como una gran familia donde convergen los sentimientos.  Una constelación donde nosotros, los planetas, giramos a su alrededor, fundidos en un único abrazo, en un solo corazón, cuyo latido lo marcan los compases.  Ahora, un Pugliese … , Canaro que no falte … y Desde el alma … O te llega un valsecito criollo con el que parece que despliegas alas, vuelas … , te elevas por la sala de baile, y te sientes tan a gusto que no quisieras despertar … Luego, ese tango negro que, como un resorte, hace que todos se levanten como si les dieras cuerda, porque su música los impulsa, los invade …

¡El tango es tantas cosas!  También es como esos tarritos de perfume en los que, aunque estén vacíos, siempre queda su olor.  El tango es lo que perdura en el ambiente cuando su música ya no suena.

El tango somos todos y un único “abrazo universal” … de sentimientos y de ilusión.

¡Que suerte, tango, de haberte conocido!

Prólogo del libro TANGOS PARA UNA MILONGA (Alonso Cordel) escrito por Eva Vives.