Si eres fanáticas de cualquier actividad deportivas, es posible que hallas escuchado sobre la aplicación de frío después de arduas sesiones de entrenamiento, junto a un alto componente excéntrico.
Inclusive, de acuerdo a estudios realizados por expertos se ha podido demostrar que la intervención de aplicación en frío, posterior al ejercicio, se puede incrementar la expresión génica con relación al PGC-1a (o proteína coactivadora del receptor activado por proliferador de peroxisomas); por lo tanto, es una muy interesante estrategia que puede permitir mejorar la biogénesis mitrocondrial que se induce por un intenso ejercicio.
Pero, en un intento para añadir mayores datos a esta estrategia para entrenamientos, un estudio recientemente aplicado exhibió (analizando la aplicación de frío posterior a un ejercicio de manera regular, mientras se analizaban las adaptaciones tanto vasculares como musculares que fueron inducidas en entrenamientos con una fuerza de intensidad moderada) que los espesores en músculos flexores, como los de la muñeca, se incrementaron de forma significativa posterior a un periodo de entrenamiento; sin embargo, aquellos que aplicaron frío después del ejercicio presentaron un incremento significativamente menor.
Tomando en cuenta que los sujetos de estudio se les puso a realizar las mismas series de ejercicios para la muñeca, tres veces al día, durante seis semanas; en dónde 7, de los 14 estudios realizados, se les realizo el pedimento de sumergir el antebrazo en agua que estuviera a una temperatura de entre 10°C (+/- 1°C) por no menos de 20 minutos después de las sesiones de ejercicios.
Mostrando, al final que, tanto la fuerza máxima, así como el diámetro en la arteria braquial, no se incrementó de forma significativa en el grupo que aplico el tratamiento del frío, como si lo demostró el otro grupo. Entre tanto, en ambos grupos si hubo una mejora en la fuerza de resistencia; sin en cambio, nuevamente en el grupo que aplicaba el frío tuvieron una tendencia de un incremento inferior. Lo que sugiere que la aplicación regular de frío después de un entrenamiento, bien puede atenuar las adaptaciones, tanto vasculares como musculares, en un entrenamiento de fuerza.
Lo que se puede concluir que, la aplicación de frío para un entrenamiento no debe de realizarse de forma generalizada, y la dosificación tampoco puede ser la misma para todas las personas. Por lo que, para obtener mayores beneficios se vuelve en algo realmente necesario el conocer en que disciplinas y como aplicarlo, de la misma forma en que debes de saber el periodo de tiempo y cual debe de ser la mejor temperatura (sin dejar de lado la frecuencia de la aplicación para cada grupo muscular), con lo cual no dificultarías tu avance y desarrollo con relación al rendimiento.
En puedes hallar una gran selección de artículos deportivos para la práctica del ciclismo, en ofertas que son publicadas por tiendas y particulares).Imágenes de tumblr.com