¿Cuantos no nos hemos sentido inspirado a ver a nuestro equipo jugar? ¿Cuantos no hemos tenido ese sueño de jugar en la cancha con grandes como
Cristiano o Messi? (solo por decir algunos) ¿Cuantos no hemos tenido ese sueño de ser grandes futbolistas y con el tiempo hemos dejado ese sueño atrás? Estoy segura que son muchos. He allí cuando sale a relucir la siguiente pregunta: ¿Qué pasó con ese sueño? ¿Qué tan motivados estábamos para lograrlo? Y es importante que analicemos esto, ya que todos nacemos con la misma posibilidad de lograr todo aquello que nos propongamos (sea o no jugar fútbol de manera profesional), todos nacemos con la oportunidad de trabajar a diario para lograr nuestros objetivos, pero, lo que realmente marcará la diferencia es la motivación que tengamos.Pensemos que cada futbolista que admiramos en este preciso momento, comenzó como nosotros, con una meta o un objetivo; dicho objetivo es lo que lo motivo a llegar a donde está. El objetivo no fue más que un impulso que lo motivo a poner su tiempo y empeño en lograrlo. Es por ello, que mi consejo seria: Busquemos objetivos verdaderamente grandes que requieran de esfuerzos grandes y trabajemos a diario en no perder la
motivación hasta lograrlos, porque te aseguro que no escucharas a ningún grande del fútbol decir que llego a donde está sin dichas herramientas. No se puede llegar a ser un gran futbolista sin estar realmente motivado.Creo que por esto y millones de cosas más, podemos darnos cuenta que el fútbol es mucho más que un deporte... es
vida, y depende de cada uno de nosotros aplicar esta frase en nuestra realidad. Ahora la pregunta es ¿estás dispuesto/a a hacerlo?