Típica pregunta a la que los amantes de la lectura solemos contestar: “¡El libro es muchísimo mejor!” ¿Verdad?
Pero, ¿es siempre así? Esa es la cuestión que me gustaría abordar en la entrada de hoy desde mi punto de vista personal y particular. Seguramente habrá quien tenga una opinión muy distinta, que estaré encantado de conocer, y espero que a nadie molesten mis apreciaciones.
En la actualidad estoy cursando un máster en traducción creativa y humanística en la Universitat de Valencia y por esta razón estoy realizando un estudio sobre la adaptación cinematográfica de una novela de Jane Austen. Aunque este trabajo se centra especialmente en los aspectos relacionados con la traducción para el doblaje y la subtitulación, he tenido que cotejar el texto original y el guión cinematográfico, y esto me ha ayudado a comprobar el esfuerzo que hay detrás de una adaptación y las dificultades que conlleva. Son muchas las elecciones que debe realizar el guionista, no solo sobre lo que debe aparecer en las pantallas y lo que no, sino también sobre la conveniencia de mantener los diálogos intactos, alterar el orden cronológico, enfatizar unos aspectos, ocultar otros… Es decir, se trata de una labor muy complicada y, aunque en ocasiones el resultado final diste mucho de parecernos convincente, debemos ser comprensivos con los que lo han llevado a cabo y valorar las dificultades que han debido afrontar.
Se suele decir que una imagen vale más que mil palabras… No digo que no sea así en la mayoría de los casos, pero me parece que hay excepciones, o mejor dicho, me da la impresión que hay palabras que ponen en serios aprietos a las imágenes. Además, incluso aceptando esa presunta superioridad, no olvidemos que al leer ponemos en marcha nuestra imaginación, que está muy por encima de la mejor de las películas.
Dicho esto… Vamos a entrar en materia :)
Como me dedico a la literatura juvenil, muchos de los ejemplos que pondré serán de este género:
He leído todos y cada uno de los libros de Harry Potter, y también he visto todas las películas.
¿Mi opinión al respecto? En general me han gustado, aunque antes de empezar a verlas ya daba por sentado que se iba a perder mucha información. La única que me decepcionó fue la adaptación del sexto libro: “The Half-blood prince”. Supongo que todos los fans de Harry Potter pensarán que las novelas son mejores que las películas, pero también estoy casi seguro de que la mayoría han visto todas las películas con una gran curiosidad por ver cómo se llevaban a las pantallas algunos momentos de esta maravillosa historia. Es más, no sé vosotros, pero reconozco que mi manera de imaginarme los libros de Harry Potter mientras los leía varió después de ver la primera película.
Si hay un caso sobre el que no tengo apenas dudas para decir que han destrozado el libro es “Eragon”.
Aunque mi opinión sobre esta saga no es del todo positiva, sí que me gusto mucho el primer libro, así que cuando salió la película fui a verla con mucha ilusión… Y me llevé un gran chasco, y por lo que he podido escuchar por ahí, sé que no soy el único.
No voy a aburriros con comentarios sobre todas las adaptaciones que he visto, pero sí que voy a destacar “las excepciones que confirman la regla”. Ha habido un par de casos en los que me ha gustado más la película que el libro, pero por motivos muy diferentes.
El primero son “las crónicas de Narnia”. Me leí hace tiempo los siete libros que componen esta saga de fantasía. Es innegable la calidad literaria de estas obras. Son millones los niños, y no tan niños, que han disfrutado de las historias de C.S. Lewis. Sin embargo, reconozco que a mí me resultaron algo pesadas en algunos momentos. Me daba la impresión de que les faltaba un poco de ritmo. Son unas grandes historias pero que quizás han quedado un poco obsoletas, no tanto por los contenidos como por la forma de contarlo. He visto las tres adaptaciones cinematográficas: “El león, la bruja y el armario”, “El príncipe Caspian” y “El viajero del alba”.
Me encantaron las dos primeras y también me gustó la última, aunque no tanto como sus predecesoras. Creo que han logrado ser fieles al original y le han aportado los avances de la técnica audiovisual.
El otro caso al que me voy a referir, y que posiblemente haga que me gane más de un enemigo, es “Divergente”.
Leí “Los juegos del hambre” cuando salieron en castellano, y fui uno más de los que devoraron la trilogía en un par de semanas. Digo esto para que quede claro que no tengo nada contra las distopías. Pero volviendo a “Divergente”… Comencé esta primera parte de la saga con cierta curiosidad, pero, aunque la historia tenía sus momentos de interés, continuamente tenía la impresión de que había algo que no funcionaba. Puede que sea problema de la traducción, no lo sé, pero la verdad es que no me gustaba el modo en el que estaba escrita la novela. Tampoco me acababan de gustar algunos personajes, ni algunas de las ideas de fondo… Total, que terminé el libro y no sentí la menor inclinación a continuar con la saga. Meses después, se me presentó la posibilidad de ver la película en DVD y no dudé en aprovecharla, aunque con cierto escepticismo. Y, mira tú por dónde, me pareció bastante entretenida. Era la misma historia pero sin los inconvenientes narrativos que habían obstaculizado su lectura. Sigo sin ser fan de Tris, Cuatro y compañía, pero mi visión de la historia ha mejorado gracias a la película…
Resumiendo: me parece una gran idea que el cine se nutra de la literatura. Reconozco que es una labor muy complicada y que siempre habrá lectores que quedarán descontentos. No pienso que las películas perjudiquen al mundo del libro, al revés, lo potencian. Me encantaría que se hiciera la peli de alguna de mis novelas, jajaja :) Es muy difícil, pero aunque una película cueste millones de dólares, soñar es gratis ;) Así que quién sabe. Sería interesante poder hablar con mis lectores sobre qué les ha parecido la adaptación de tal o cual novela.
Un saludo.