Si en este momento pudiera teletransportarme y alguien me preguntara ¿Dónde te gustaría ir?Seguramente diría: a La Habana. Tan mágica como decadente, tan encantadora como canalla. Ruidosa y apagada, evocadora, un lugar en el que las cosas no siempre son como parecen. Los habaneros, y los cubanos en general, son dignos de admiración. Son supervivientes; negocian, luchan, resuelven. Y así van pasando los días, en esa ciudad llena de sonidos, de olores y sabores. Y, sobre todo, llena de rincones inolvidables y de inventores dicharacheros. De momento, no es posible teletransportarse pero, si puedo, volveré. Pasearé por sus calles, recorreré La Habana Vieja y entraré en la farmacia de la calle Obispo, visitaré a los amigos, comeré en La Guarida, pasearé por el Vedado, me sentaré a tomar un mojito en El Patio y compraré libros antiguos en La Plaza Vieja. Veré atardecer en el Malecón, cenaré en Doña Bárbara, escucharé boleros en El Gato Tuerto y bailaré salsa en La Casa de la Música de Miramar o de Galiano. Eso y muchas cosas más. ¿Qué tendrá Cuba?
Si en este momento pudiera teletransportarme y alguien me preguntara ¿Dónde te gustaría ir?Seguramente diría: a La Habana. Tan mágica como decadente, tan encantadora como canalla. Ruidosa y apagada, evocadora, un lugar en el que las cosas no siempre son como parecen. Los habaneros, y los cubanos en general, son dignos de admiración. Son supervivientes; negocian, luchan, resuelven. Y así van pasando los días, en esa ciudad llena de sonidos, de olores y sabores. Y, sobre todo, llena de rincones inolvidables y de inventores dicharacheros. De momento, no es posible teletransportarse pero, si puedo, volveré. Pasearé por sus calles, recorreré La Habana Vieja y entraré en la farmacia de la calle Obispo, visitaré a los amigos, comeré en La Guarida, pasearé por el Vedado, me sentaré a tomar un mojito en El Patio y compraré libros antiguos en La Plaza Vieja. Veré atardecer en el Malecón, cenaré en Doña Bárbara, escucharé boleros en El Gato Tuerto y bailaré salsa en La Casa de la Música de Miramar o de Galiano. Eso y muchas cosas más. ¿Qué tendrá Cuba?