por Alberto Engutia Jimeno
Nuestro propio nacimiento en este mundo es fruto de una decisión consciente o no, eso habría que investigarlo de dos personas que un día decidieron realizar un acto sexual.
Hay decisiones que marcan nuestra vida, marcan nuestro futuro y muchas veces estas las tomamos en base a nuestro pasado y las experiencias que hemos vivido.
Analizaremos paso a paso todo aquello que influye en la toma de decisiones, en este primer acercamiento a la toma de decisiones hablaremos de las Experiencias Vividas.
La realidad es que todos los días de nuestra vida nos enfrentamos a tomar decisiones, decisiones fáciles, decisiones difíciles, decisiones arriesgadas, decisiones cobardes, podemos meditar, reflexionar, llorar, reír pero todos los días de nuestra vida tendremos que tomar decisiones.
El hombre divide la vida en tiempo, el tiempo divide a tu vida en años, horas, minutos y segundos.
Cada día tiene 24 unidades de tiempo equivalentes cada uno a una hora, en cada hora existen 60 unidades de tiempo.
En 60 unidades de tiempo es muy probable que tengas que tomar más de una decisión, realmente siempre que decides hacer algo, estas tomando una decisión, estas escogiendo vivir esa experiencia, encontrarte con esa persona, sentir unas emociones o sentir otras.
Que tenemos en cuenta al tomar una decisión ¿?
El Pasado Vivido;
Al tomar una decisión tenemos en cuenta experiencias pasadas que nos dan más información acerca de la decisión actual que debemos tomar, mirar al pasado para la toma de decisiones es un arma de doble filo, pues una experiencia negativa o traumática generará unos sentimientos y un malestar en nuestro cuerpo y mente inclinando nuestra decisión hacía la no realización de la experiencia que estamos preguntándonos si realizar.
Al igual podemos observar nuestro pasado y sentir la felicidad y el bienestar de recordar una vieja experiencia positiva y decantarnos por tomar una decisión a favor, pues nuestro pasado nos indica que los sentimientos que viviremos irán acorde a lo que queremos.
El gran problema viene a que si seguimos este patrón en la toma de decisiones repetiremos día tras día las experiencias que vivimos, podemos caer en apegos a experiencias o a personas, engancharnos a vivir las mismas cosas día tras día porque sabemos que nos producirá bienestar y al hacer día tras día una experiencia, al recordar esos sentimientos que la primera vez tuvimos, estaremos perdiendo la emoción, la sorpresa y caeremos en la rutina, en la cotidianidad, en la monotonía de la vida.
Guiarnos por nuestro pasado para tomar nuestra decisión presente nos limita, al tener miedo ante experiencias que antiguamente nos causaron malestar apartaremos de nuestra vida miles de experiencias que podrían causarnos felicidad, pero que no probaremos, por el miedo producido por una experiencia parecida pasada, en la que las cosas no nos salieron como debían quizá porque no estábamos preparados para vivir esa experiencia.
Pero, cada experiencia es diferente, es un mundo y nosotros mismos no somos iguales al Yo pasado que realizo esa experiencia, no tenemos los mismos temores, las mismas actitudes, cada día cambiamos, somos cambio en movimiento.
Pongamos un Ejemplo
Un niño de 13 años se encuentra de excursión, una excursión a un parque de bomberos, los bomberos les dicen a los niños que pueden subir a la escalera del camión la cual subirá 20 metros y observar la ciudad desde arriba en grupos de 5.
Antonio, nuestro niño en ese momento recuerda todas las veces que su madre le ha dicho que no se asome por la ventana no vaya a ser que se caiga, todas las veces que le ha dicho en un puente no te asomes no te vayas a caer, recuerda el miedo que su madre tiene a las alturas, todos esos pensamientos pasan por la mente de Antonio, sus piernas empiezan a temblar, su cuerpo se siente mal, Antonio esta confuso, no sabe qué hacer si subir o no subir, está paralizado, es su turno, le toca subir, no se encuentra bien, se encuentra confuso, pero el orgullo le hace dar un paso adelante y decide subir, la escalera empieza a subir, poco a poco, esos pensamientos acerca de no, no subas, no, no te asomes, cuidado, empiezan a surgir por la mente de Antonio, Antonio empieza a ponerse muy nervioso, una lagrima cae en su ojo derecho, sus piernas tiritan, Antonio empieza a gritar, por favor bajarme, no puedo subir más, no puedo subir más, Antonio explota a llorar, cuando baja algunos de sus compañeros se burlan de él, Antonio ha pasado una de las experiencias más duras de su corta vida, ha guardado una creencia limitante y una experiencia muy negativa acerca de las alturas.
Ahora imaginemos que Antonio tiene 26 años, Antonio tiene que tomar una decisión, Antonio ha conocido a una chica, esa chica le ha invitado a su País, Argentina, Antonio tiene que decidir si acepta la oferta de esta chica o no, Antonio recuerda que desde Siempre ha tenido miedo a las alturas y le da pánico montar en avión, el simple hecho de pensar en montar en un avión le paraliza, le pone nervioso.
Ante la decisión a tomar, inconscientemente Antonio mira a su pasado y el simple hecho de tener que montar en un avión hace que no vea el resto de la experiencia, el miedo nubla su toma de decisión y no puede tomar de forma consciente una decisión, estará influenciado por su pasado y si no es consciente de este hecho es muy probable que abandone la experiencia y tire la toalla.
Antonio piensa y siente que en una decisión normal, no viviría esa experiencia, pero también sabe que en su corazón algo le llama, algo le dice que sea valiente, que valla hacia adelante, que no mire atrás, que todo será diferente, la ilusión llama a su puerta, el amor llama a su puerta.
Si Antonio hubiera tomado su decisión en base a sucesos pasados habría perdido la que al final fue la chica de su vida, con la que se casó y todavía al día de hoy sigue completamente enamorado.
La fuerza de la ilusión le hizo vencer su pasado
Le hizo tomar una decisión valiente, una decisión que ni el mismo creía que podía realizar, en ese momento evolucionó, cambió y ante futuras experiencias ya no sentiría ese miedo paralizante que le hizo perderse tantas experiencias anteriores a esta, tuvo que ser el amor, la fuerza de la ilusión la que le hiciera dar un salto de Fe y el resultado fue la Victoria.
Seamos Conscientes de nuestro pasado, siendo conscientes de nuestro pasado y mirándolo con desapego podremos obtener una mayor información en la toma de decisiones, pero que este punto simplemente sea un pequeño indicador, no basemos nuestras decisiones en base a nuestro pasado o acabaremos haciendo lo que menos miedo nos da, creyendo que realmente es lo que nos gusta hacer, perdiéndonos la emoción, la sorpresa y todo lo que la vida tiene preparado cada día para que experimentes, para que rías, para que evoluciones para que madures y comprendas que no hay decisión difícil, no hay experiencia difícil, la vida es simple, nosotros y nuestra mente la complicamos, pero eso ya será otra historia …..
Autor Alberto Engutia Jimeno
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