¿Qué tipo de crossfitter eres?

Por Infowod

Siempre que hablemos con alguien sobre crossfit, según con quién, obtendremos un perfil diferente de lo que el crossfit significa para él, y ya si decidimos aventurarnos a investigar por las redes, la cantidad de usuarios que comparten sus experiencias y toda la información que podemos obtener sobre su manera de vivir este deporte es realmente abrumadora.

Es por eso que he pensado que tanto si estás pensando en iniciarte como si ya eres un auténtico veterano en este mundillo, este artículo te hará comprender mucho más el tipo de personas que puedes encontrarte en un box.

A grandes rasgos, voy a diferenciar tres grupos o niveles:

Crossfiter – Nivel usuario

Quizá este sea el que goza de mayor variedad, ya que engloba un amplio abanico de posibilidades.

El usuario normal de un box de crossfit es aquella persona que, o bien nunca ha practicado deporte antes, o viene de otros deportes que no han llegado a engancharle lo suficiente como para continuar con ellos, y suele tener dos objetivos comunes bien marcados: ponerse en forma y escapar un poco de su rutina diaria.

Luego existen numerosos subgrupos dentro de esta nube de adeptos, tantos como tipos de personas, ya que no todos tienen las mismas ganas de sufrir, no todos parten del mismo estado de forma ni tienen las mismas cualidades físicas, por lo que podemos encontrarnos a un chico de 20 años, insaciable, cuya única responsabilidad es estudiar y al que podemos exprimir al máximo, o a nuestra propia madre, con cierta edad y desgaste y como todos sabemos, con todas las responsabilidades que una madre puede tener en el día a día además de su jornada laboral.

Este grupo es por el que siempre ha velado realmente CrossFit Inc., el espíritu de llevar la actividad física funcional a cada individuo para mejorar su calidad de vida.

Competidor amateur

Este grupo también es amplio y es, desde mi punto de vista, el más controvertido.

En este grupo nos metemos  (y, fíjate, me incluyo) todos los motivados que llegamos un día a un box de crossfit, vimos que nos moló, empezamos a meternos caña y, un día, nos apareció en nuestro Facebook anunciada la competición de nuestra ciudad o la de al lado y dijimos: Eh! ¿Por qué no?

Así empezamos todos.

Teniendo en cuenta que el crossfit cada vez tiene más cantidad de usuarios, hemos visto cómo hemos pasado de ser unos cuantos cafres a ser miles de apasionados los que nos hemos puesto a pie de pista a sudar la camiseta, y aquí es cuando este grupo ha sufrido lo que yo llamo “la fiebre del atleta”.

Ahora todos somos “athletes”, todos somos “competitors”, todos somos los más fuertes de nuestro barrio y todos ponemos en nuestro perfil “Deportista” o “Athlete”, como si en nuestro DNI antes de nuestro nombre de pila tuviésemos el título que nos acredita  como los cracks del crossfit.

Y es aquí cuando vienen las controversias.

Se nos olvida que no podemos dedicarnos en cuerpo y alma al deporte porque para eso hay que ser tan, tan bueno,  que puedas vivir de ello, por lo que tenemos que trabajar y, claro, trabajar conlleva desgaste físico y/o intelectual, estrés, responsabilidades  y todas aquellas cosas que un “Athlete” no puede tener si quiere estar al 100%.

Que sí, querer es poder y todo lo que tú quieras, pero si todos estuviésemos preparados fisiológica y mentalmente para ser atletas de élite, no existirían otros profesionales, así que antes de colocarte el título en tu red social, mírate, valórate y entiende que no, NO ERES ATHLETE, eres una persona normal y corriente, con buenas o muy buenas aptitudes para el crossfit, que ha hecho de su afición una pasión, pero no es tu profesión.

El competidor amateur tiene un calendario de competición ajetreado, y es que desde que comienza su temporada (cabe destacar que no existe una temporada descrita como en otros deportes, sino que cada uno se la marca a su conveniencia), prácticamente cada mes podrás verle en las leaderboard de numerosos clasificatorios y, en el caso de entrar, a pie de pista. El competidor amateur va a todo y muchos de ellos, sin cabeza ninguna, guiados por el famoso “no pain no gain” y “soy más fuerte que mis excusas”.

Y aunque parezca que me esté cebando con este colectivo, nada más lejos de la realidad, ya que es gracias a su existencia que, a quienes nos gusta dar un poquito más cada día y queremos experimentar la cosica de estar ahí batiéndonos con el crono y con gente de nuestro nivel, podemos hacerlo y disfrutarlo.

En este grupo también hay subgrupos, tantos que la categoría Rx ha tenido que subdividirse en principiantes, intermedios y Rx, como hemos podido ver en varias competiciones últimamente.

Atleta de élite

Aunque más de un “competitor” se incluye aquí, este grupo es bastante reducido, ya que solo lo conforman aquellos atletas que tienen plena dedicación a sus entrenamientos y en su calendario anual tienen dos o tres eventos importantes como mucho, para los que entrenan los 365 días del año en jornadas de dos y tres sesiones diarias.

Es posible que a muchos de ellos los encuentres dando algunas clases semanales en un box o incluso dirigiéndolo. ¡Obvio! Por desgracia, la mayoría de atletas de crossfit profesionales  no podrán vivir de ello aun estando entre los treinta mejores del mundo, no obstante, la posibilidad de compaginar sus entrenamientos con una profesión paralela se torna complicada cuanto menos.

En este punto me parece interesante destacar la frustrante participación de las empresas patrocinadoras. Patrocinar a un competidor amateur no es simplemente cuestión de vestirlo guapo y ofrecerle tu producto gratis para que se haga fotos o vídeos y los cuelgue en internet hablando de sus múltiples propiedades, patrocinar a un atleta de élite es mucho más que eso. Es proporcionarle ayuda material y económica para que pueda afrontar su temporada deportiva sin sacrificar su trabajo, que es como su propio nombre indica, su rendimiento. Por lo que hago un llamamiento desde aquí a todas las empresas que pretenden que alguien con nombre lleve su logotipo a grandes competiciones sin hacer grandes inversiones: ASÍ NO.

Podría extenderme mucho más detallando cada espécimen que nos encontramos en este universo de locos del crossfit, pero creo que después de leer este artículo, puedes hacerte una idea aproximada y, sobre todo, puedes entender que el crossfit es de todos y para todos.

Y para finalizar, te presento una estampa:

“Se abre el telón, aparecen un usuario, un competidor amateur y un atleta de élite y deciden hacer un WOD”… ¿Cómo se llama la película?

  • Crossfit.

* Si te ha interesado este tema, no te pierdas nuestro anterior artículo Tipos de personajes que te puedes encontrar en un box. ¿Qué clase eres tú?

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