El descanso es una parte fundamental de nuestras vidas, por eso siempre resulta gratificante que podamos hacerlo de la mejor manera posible. El dormitorio es un lugar íntimo y personal en el que debemos encontrarnos a gusto y, aunque parezca poco relevante, el tipo de suelo escogido para el cuarto es un componente esencial para crear un ambiente ameno y acogedor.
A continuación enumeramos diversos tipos de suelo y sus características para que puedas tomar una decisión informada sobre el mejor pavimento a instalar en esta estancia.
Suelos cerámicos
A la hora de pensar en higiene y pulcritud en tu dormitorio, tienes que considerar el suelo de cerámica. Este material es sobrio, resistente, fácil de limpiar y se comercializa en una amplia gama de colores.
Por otra parte, los pisos de cerámica son resistentes a los problemas ocasionados por la humedad y muy recomendados para climas donde abundan las precipitaciones.
Suelo de piedra
Los suelos de piedra son recomendados para climas calurosos, ya que este material es un muy buen aislante del calor. Además, ofrecen una imagen majestuosa a la habitación. Otros de los beneficios de escoger este material para tu dormitorio es que es duradero y fácil de limpiar.
Suelo de madera
Si lo que estás buscando es belleza estética y un ambiente natural, el suelo de madera es la opción más indicada para alcanzar tus objetivos. Su color y textura hacen que sea un tipo de superficie muy valorada en los mundos de la construcción y la decoración, aunque el precio del material, de su instalación y del mantenimiento son más elevados en comparación con el resto de materiales.
También puede combinarse con alfombras para suavizar aún más su agradable aspecto. Las superficies de madera son longevos, hipoalergénicos y funcionan como aislante. Otra de sus cualidades es que no absorben la suciedad seca como cabellos, polen o polvo.
Suelo laminado
Una alternativa más económica a la tarima flotante de madera natural es el suelo laminado. Son placas de material sintético que permiten recubrir el pavimento e imitan estéticamente a la madera, ofreciendo un aspecto y acabado muy similar.
Este tipo de material es muy fácil de colocar y de limpiar, pero su desgaste es mayor que el de la madera natural. En este sentido, su principal desventaja es que no es posible restaurarlo y será necesario aplicar un nuevo revestimiento para volver a tener un acabado impecable.
Suelo de barro cocido
Si tienes una casa de campo, la mejor opción es el suelo de barro cocido, ya que es una solución elegante y de estética rústica, que combina a la perfección con los contextos naturales. Esta opción es, además, ecológica y, al estar confeccionada de manera artesanal, cada una de las piezas que componen este tipo de solería es única e irrepetible.
Suelo de corcho
Gracias a su textura esponjosa y flexible, el suelo de corcho también es una opción recomendable para un dormitorio por la exquisita sensación de confort que ofrece. Estas superficies son respetuosas con el medio ambiente porque se componen de tintes, barnices y sellantes ecológicos.
Alfombra
Si vives en climas fríos, cubrir el suelo del dormitorio con una alfombra es una buena opción para elevar la temperatura. Al salir de la cama, tus pies tocarán una superficie suave, reconfortante y cálida.
Las alfombras también funcionan como aislantes acústicos, por lo cual su presencia en el dormitorio asegura noches de sueño profundo y agradable.
Suelo de vinilo
Este material es muy maleable y de fácil instalación, ya que se coloca sin necesidad de atornillar o clavar. La ventaja más notable del material vinílico es de caracter estético, ya que ofrece la posibilidad de imitar cualquier textura que te agrade. Además, es una opción económica, durable y fácil de limpiar.
Cómo elegir el suelo de tu dormitorio
Para elegir el tipo de pavimento más adecuado para tu dormitorio, debes tener en cuenta:
Elegir el tipo de suelo correcto puede significar una gratificante sensación de confort y un aumento sustancial en tu calidad de vida. Teniendo esta variedad de opciones en cuenta, se recomienda contar con una opinión profesional para tomar una decisión acertada y garantizar un resultado perfecto.
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