El mes pasado decidía tomarme un pequeño descanso en mi vida 2.0 porque no llegaba a todo y quería priorizar. A día de hoy todavía me quedan muchas cosas pendientes, pero ya tengo todos mis proyectos más o menos encauzados y después de mucho pensar ya tengo claro lo que quiero hacer…
En un principio decidí que iba a tomarme un descanso hasta septiembre, y entonces volvería con varios proyectos que se me han ocurrido en este tiempo; incluso me creé un pequeño calendario con días de publicación…pero me di cuenta de que sin ni siquiera haber llegado el momento ya me agobiaba, así que eso me hizo plantearme cosas como renunciar y dejarlo todo. Hubo un par de días en los que decidí que me bajaba del barco…
Pero en este tiempo me volvió el gusanillo por escribir, y he publicado algún que otro artículo que me hizo recordar todo lo que me gusta hacerlo, y cuanto me ha costado llegar hasta aquí; lo cual me hizo darme cuenta de que no quería dar por perdido algo que me lleva haciendo feliz desde hace casi cuatro años.
Al final, después de mucho pensar y de plantearme cosas he decidido que como estoy feliz es como me encuentro ahora mismo: publicando cuando quiero y como quiero, escribiendo sólo cuando tengo ganas de hacerlo, sin convertirlo en una obligación. Y entonces me di cuenta de algo, de que nadie me impone tiempos ni días de publicación, de que los cursos de marketing, de blogs y de redes sociales que he ido haciendo recomiendan publicar siempre los mismos días, y no fallar aunque se te esté cayendo la casa encima, pero eso lo que últimamente estaba haciendo yo y desde luego el nivel de estrés que me creaba teniendo dos hijos pequeños en casa no me compensaba para nada.
El blog es algo mío, no hay nadie más detrás de él, y nadie me paga por escribir. Me siento en deuda con los lectores, sí con vosotros, pero al final las personas a las que les gusta lo que escribo están ahí sea lunes, martes o sábado; así que he decidido que voy a seguir como me encuentro en este momento: publicando cuando me nazca y escribiendo cuando me lo pida el corazón; por lo tanto habrá veces que escriba diez artículos en un mes, y otras que no escriba ninguno, pero yo estaré feliz porque estaré haciendo realmente lo que me gusta y disfrutando de esto que al fin y al cabo es un hobby.
A todos nos gustaría ganarnos la vida gracias a nuestros hobbies y pequeños sueños, pero sólo unos pocos lo consiguen, y mientras tanto ¿qué podemos hacer? pues dejar que sigan siendo hobbies y disfrutarlos al máximo.
Tengo varias cosicas chulas pensadas que pondré en marcha a lo largo del verano, y cuando arranque con todas ellas (siempre dentro de este modo slow life en el que me encuentro ahora mismo a nivel digital) os prepararé un video contándoos en qué consisten, pero ya os adelanto que os voy a hacer reflexionar, os voy a ayudar a ser un poquito más felices, e incluso os voy a dar la oportunidad de ser mucho más partícipes en el blog de lo que lo sois en este momento.
Y ahora decirme si así, sin calendarios de publicaciones ni compromisos por el momento ¿os seguís quedando conmigo?