Ya sabía de antemano que la sensación de regreso iba a presidir todo aquel viaje. María José tenía ganas de visitar esta ciudad y aceptó el reto de recorrer una suerte de ruta de la memoria, ruta que básicamente coincidía con todo lo esencial que hay que ver en Ámsterdam. No puedo decir que la ciudad siga intacta, pero sí reconocible. Quizá lo que más me molestó fue comprobar cómo uno de los lugares que consideraba más hermosos, el canal que pasa junto al jardín botánico, ya no aparece tan selvático, pues se ha construido un nuevo invernadero que viene a ser como un apósito para mis recuerdos. Naturalmente, han desa
Ya sabía de antemano que la sensación de regreso iba a presidir todo aquel viaje. María José tenía ganas de visitar esta ciudad y aceptó el reto de recorrer una suerte de ruta de la memoria, ruta que básicamente coincidía con todo lo esencial que hay que ver en Ámsterdam. No puedo decir que la ciudad siga intacta, pero sí reconocible. Quizá lo que más me molestó fue comprobar cómo uno de los lugares que consideraba más hermosos, el canal que pasa junto al jardín botánico, ya no aparece tan selvático, pues se ha construido un nuevo invernadero que viene a ser como un apósito para mis recuerdos. Naturalmente, han desa