No es el Chile de Pinochet ni la Argentina de Videla. Es la catedral de la Almudena hace unas horas
Los Gobiernos acuden con dinero público en auxilio de los delincuentes financieros que han arruinado muchas entidades bancarias. Pero no hay ayudas para la gente que ha sido desahuciada de su vivienda a consecuencia de la gran estafa hipotecaria. Es más, cuando intentan protestar encerrándose en una iglesia, la jerarquía católica pide a la policía que los eche a la calle.Si hay Dios, que venga a ver esta vergüenza.