Este beaterio se inició en el s. XIV, ocupaba 6 hectáreas y contaba con más de 70 casas edificadas entre los s. XV y XVIII.
En 1925 pasó a pertenecer a la Universidad Católica de Lovaina con la condición de que se hiciera cargo de su rehabilitación. A partir de los 60, las antiguas casas de las beguinas pasaron a ser residencias para estudiantes y profesores. En marzo del 200 los beaterios de Bélgica fueron declarados Patrimonio cultural de la Humanidad por la UNESCO.