Qué ver en Bremen?

Por Artabria @artabria
Bremen es una ciudad que nos enamoró desde el primer momento. Y lo digo literalmente. Aparcamos en un parking con varias plantas y desde la más alta casi parecía que podías tocar los tejados de esta magnífica ciudad.

 Nosotros llegamos al mediodía, por lo que en medio día se puede ver, pero si disponéis de más tiempo, no os lo penséis, quedaros más!! Fue en el año 787 cuando Carlomagno declarón Bremen ciudad episcopal y en 1358 se afilió a la Liga Hanseática, una alianza libre de ciudades mercantiles colindantes al mar del Norte y al mar Báltico. Como en otras ciudades de la Liga Hanseática, en su plaza central (Am Markt) hay una estatua de Roland. Mide 10 m y fue esculpida en 1404 como símbolo de jurisdicción y de la libertad de la ciudad. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En la Am Markt se congregan la mayoría de monumentos de esta pequeña ciudad. El ayuntamiento fue edificado a principio del s. XV y también es Patrimonio de la Humanidad. En la bodega del ayuntamiento hay un restaurante con 600 años de tradición y más de 650 tipos de vino alemán. Nosotros cenamos aquella noche allí y fue una grata experiencia, pero os lo contaremos en un artículo específico con recomendaciones para comer y dormir en Alemania.


 Se encuentran también en la Am Markt la Casa de la ciudadanía, que es el edificio del Parlamento y la casa del comercio de Bremen, construida en 1537 al estilo de los edificios renacentistas de Flandes. Los músicos de Bremen se encuentran en un lateral de la plaza, al lado del ayuntamiento. Se trata de  una escultura de bronce de 1951 con los protagonistas del cuento de los hermanos Grimm. Si os fijáis en las patas del burro están de otro color porque muchos turistas las abrazan y piden un deseo.
En la calle de las cerdas, hay una escultura con estos animales, en recuerdo de por donde en la Edad Media pasaban los ganaderos con sus cerdos.





 La catedral de St. Petri es una iglesia evangélico-luterano con más de 1200 años de historia. Destacan sus torres gemelas , restauradas en el s. XIX. Aunque nosotros no entramos, se dice que su órgano es digno de admiración y que en las bodegas del antiguo claustro se conservan sepulturas con unos cadáveres en perfecto estado y que seguramente fueran momificados por plomo. El barrio de Schnoor es el más antiguo de la ciudad y está constituido por las antiguas casas de pescadores y artesanos. Hoy en día está repleto de restaurantes y comercios, galerías de arte, anticuarios y también de una fábrica de caramelo!!
 En este barrio se encuentra el Carrillón que podéis ver en la foto de arriba, 30 campanas de porcelana con una torre giratoria con 10 tableros tallados con representaciones de navegantes. Cuando fuimos nosotros debía de estar en restauración, ya que aunque estábamos allí puntuales a la hora que se suponía que iban a sonar las campanas y se iban a ver esas representaciones no ocurrió nada.






 Tuvimos la suerte, además, de que saliese de la plaza central un pequeño rally de coche antiguos que le daba un aire todavía más especial. Esperamos a que se hiciese de noche para disfrutar de la maravillosa plaza con sus monumentos más ilustres iluminados y no nos defraudó. 
 Estas imágenes y el haber podido cenar en un restaurante con 600 años de historia pusieron el broche de oro de una visita que sabemos que volveremos a realizar algún día.