La última visita antes de dirigirnos hacia el aeropuerto de Frankfurt Hahn era Frankfurt am Main. Disponíamos de medio día aproximadamente para visitarla y eso, unido a que anochecía a las 17 de la tarde, nos hizo pensarnos seriamente si parar a visitarla. Menos mal que lo hicimos, porque nos encantó.
Es cierto que se ve sin problemas en unas horas, pero nos habría gustado (como siempre) dedicarle un poquito más de tiempo.
Escogimos un buen parking para nuestro coche de alquiler porque nada más salir de él nos encontramos con esta preciosa plaza, la Römerberg.