Estando allá descubrí que los buses para Juigalpa salen cada 30 minutos y que el pasaje tiene un costo de 70 córdobas. El viaje dura aproximadamente 2 horas con 30 minutos por carreteras en excelente estado.
Bueno les contaré el motivo de mi viaje. Primero porque mi madre tiene una amiga ahí a quien teníamos mucho tiempo de no ver y queríamos saber noticias de ella y segundo, porque yo no conocía Juigalpa y pues juntando todo eso el viaje era NECESARIO.
El punto es que estando allá, llamo a la señora y ella me dice que por asuntos de fuerza mayor tuvo que salir y que no volverá hasta el lunes. Y pues yo me dije "ya me fregué" porque se suponía que estaría en la finca de ella, yo hasta me había planteado "ordeñar vacas", ayudar con las gallinas, hacer cuajadas y demás cosas que se hacen por esos lados, pero mi plan se vino para el suelo y tampoco me podía quedar en Juigalpa porque lastimosamente no conozco a nadie de ahí, así que decidí usar las dos horas que tenía para conocer un poco la ciudad o por lo menos los lugares que uno debe conocer de esa ciudad.
Así que comencé mi recorrido a pie (porque señores, cuanta seguridad es poder ir caminado con mochila al hombro y maleta por las calles de Juigalpa, eso es una maravilla) y el primer lugar que visité fue su Iglesia central la cual tiene una bonita plaza/parque frente a ella. Seguí caminando y como era lógico busqué el mirador "Palo Solo" para poder contemplar la belleza de la Cordillera Amerrisque, podríamos decir que si hubiese tenido más tiempo me habría quedado más tiempo observándola, pero no era posible, así que decidí ir al Museo Arqueológico "Gregorio Aguilar Barea", pero ya estaba cerrado así que sólo pude tomar fotos externas. Ingresar al Museo tiene un costo de 10 córdobas por persona.
¡Me gustaron mucho estos vitrales!
Así que seguí caminando y en el camino me acordé que hace muchos años atrás cuando era pequeña y aún estaba en primaria había ido con el colegio en una excursión al Zoológico Thomas Belt, así que quise saber cómo se encontraba ahora el Zoológico y seguí caminando con mi maleta por las calles de Juigalpa hasta que di con él.
Cuando llegué ya eran las 5 y unos cuantos minutos más de la tarde, toque la puerta, empecé a llamar para que abrieran o por lo menos alguien me atendiera (porque ya en la puerta estaba el gran letrero de CERRADO) y yo no me había pegado semejante caminada para al final no ver nada, entonces hablé con los responsables y les dije de mi caso (que tenía que devolverme a Managua ese mismo día y que si por favor me permitían entrar), ellos accedieron muy amablemente y yo casi brincaba de la felicidad. Deje mi maleta en la recepción en donde me dieron mi respectivo número de seguridad. Para entrar al Zoológico se pagan 20 córdobas los adultos y 15 los niños, 10 córdobas permiso para ingresar con cámara fotográfica y 20 con cámara de vídeos.
Así empecé a recorrer el zoológico, el que actualmente se encuentra en muy buenas condiciones (no como lo recordaba que hasta ganas de llorar me daba por los animales), encontré muchas especies que no conocía y otras que sólo en libros, revistas o en internet había visto. Aquí una muestra de ellas.
La carita más triste de todo mi recorrido
Al finalizar mi recorrido me despedí muy agradecida por haberme permitido entrar y así salí con un mejor recuerdo del Zoológico. No les cuento la parte de cómo me devolví a Managua, porque contando cosas chistosas no me sale lo mismo contarlo cara a cara que escribiéndolo, así que si me ven preguntenme se partirán de la risa conmigo.
Y vos, ¿ya conocías estos lugares? ¿Qué te ha parecido mi corto viaje? ¿Qué lugares crees vos se me quedaron fuera? Espero les haya gustado, no olviden comentar.