Qué ver en Lisboa

Por Salvador Aznar @SalvadorAznar

La fascinante ciudad de Lisboa, ofrece a los visitantes un variado y extenso número de  interesantes rincones, todos ellos cargados de historia y de tradiciones que sin duda estimularan el ánimo de los viajeros que mientras realizan sus iniciales recorridos por la ciudad,  comienzan a descubrir como la vida que bulle por entre sus barrios, calles y plazas, va convirtiendo la experiencia, en un cúmulo de sensaciones, de las que ya será difícil desprenderse.
Si llegas a Lisboa a bordo de un avión, desde el primer momento podrás disfrutar de unas excelentes vistas de la ciudad mientras la aeronave realiza las maniobras de aproximación, sobrevolando el puente rojo que cruza el estuario del río Tajo y los diferentes barrios que conforman la ciudad.

Barrio de Belém
Cuando ya estés instalado en la ciudad, y comiences tu periplo para conocer Lisboa, tal vez la primera de las visitas debas realizarla dirigiéndote al barrio de Belém, el lugar que vio partir a los primeros navegantes y conquistadores portugueses, que tanta gloria y riquezas, dieron a su país. En este barrio se erigen tres de las más importantes construcciones emblemáticas de la ciudad, la torre de Belém, el Monasterio de Los Jerónimos y el monumento a los descubrimientos.
Torre de Belém
Esta construcción se erige como uno de los símbolos más representativos de la ciudad de Lisboa. La torre de estilo manuelino, con combinaciones arquitectónicas de claras tendencias, árabes, góticas y renacentistas, fue construida originalmente sobre una isla próxima a la orilla del río Tajo, para el control y la defensa de la entrada por mar a la ciudad.
Monasterio de los Jerónimos
Este magnífico templo diseñado por el arquitecto Diogo Boytac a principios del siglo XVI, fue construido para celebrar el regreso de Vasco Gama, y se alza sobre la antigua ubicación de la ermita de Restelo, donde el famoso navegante y su tripulación rezaron las últimas oraciones, antes de partir en su viaje a la India.
En 1983, el Monasterio de los Jerónimos, fue declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO. 
Monumento a los descubrimientos
Este grupo escultórico de 52 metros de altura, representa el perfil de una carabela, sobre los que se representa a diferentes personajes vinculados a los grandes descubrimientos realizados por insignes marinos portugueses. El monumento fue erigido en el año 1960, en homenaje a Henrique el Navegante, descubridor de Las Azores, Madeira y Cabo Verde. 
Se puede acceder en ascensor, a la parte más alta del monumento, desde donde podrás obtener unas interesantes vistas de los barrios cercanos. 
Además de estos tres emblemáticos enclaves, el barrio de Belém nos permitirá conocer otros interesantes aspectos de su esencia a través de los paseos que realicemos por entre sus palacios, calles y jardínes, sin olvidarnos de probar en nuestro recorrido, la gastronomía del lugar y sobre todo de los famosos pasteles de Belém, que se siguen elaborando de manera tradicional en la antigua Fabrica y pastelería de Belém, una exquisitez que no deberías perderte.

Terminada nuestra visita a la parte Oeste de la ciudad, podemos adentrarnos en el casco histórico de la ciudad, formado principalmente por los barrios de Chiado, Barrio Alto, De Baixa y Alfama.