Que ver en Marrakech en un día.

Por Veronica Cussi @touristear

Hoy voy a hablaros de Marrakech, una ciudad con mucho encanto situada al sur de Marruecos, junto a las montañas del Atlas.

Hay dos Marrakech, el Marrakech moderno o la parte nueva como ellos dicen que se parece bastante a una ciudad de diseño más occidental y por otro lado la parte vieja en la que intentan mantener el espíritu el antiguo Marrakech intacto.

Nosotros no visitamos mucho la parte nueva y nos centramos en la parte vieja o casco antiguo que es de lo que te vamos a hablar hoy aquí.

Cuando uno llega al casco antiguo de Marrakech lo primero que siente es que todo es antiguo, muy antiguo, además pareciera que se hubiera retrocedido en el tiempo.

Plaza de Yamaa el Fna. El centro de Marrakech.

La Plaza de Yamaa el Fna es el centro neurálgico de Marrakech, es una plaza enorme en la que podrás encontrar muchos puestos de comida de todo tipo. Desde puestos que venden caracoles a muchos puestos de fruta fresca que tenía muy buena pinta u otros puestos de frutos secos entre los que se podían ver almendras, higos y orejones.

También hay puestos de comida cocinada que te preparan allí en el acto y rodeando la plaza hay multitud de locales, la mayoría de tipo comida rápida donde comer algo. No es muy recomendable comprar la comida en los puestos de la plaza, en los locales no hay problema.

Nosotros también compramos frutos secos, dátiles, higos y orejones que estaban deliciosos, sobretodo estos últimos, porque estaban muy frescos y tiernos, no estaban duros.

Alrededor de los puestos puedes ver corrillos de personas que están atendiendo a alguna función de artistas callejeros, humoristas y cuentacuentos. También pudimos ver encantadores de serpientes que te intentan atraer haciendo sonar esa especie de trompetillas con su sonido tan característico de encantadora de serpientes.

Cuidado si les haces una foto porque rápidamente se acercarán a pedirte dinero por ella. Y si te ofrecen que les hagas una foto, cuando lo hagas te pedirán dinero por ello. Ojo, esto es una norma general, cuando alguien te ofrezca posar para una foto, lo hará porque espera dinero a cambio y te lo va a pedir descaradamente.

El Zoco de Marrakech.

El zoco es el mercado principal de Marrakech, cada barrio además tiene su mercado principal también. Las calles son estrechas y para evitar el sofocante calor, están cubiertas por un techado así que es fácil desorientarse y perder la noción del tiempo.

En cuanto te acercas a curiosear un poco a mirar, el tendero ya se va a acercar rápidamente a insistirte para que le compres y regatees con él. Son bastante insistentes y en numerosas ocasiones te hacen sentir incómodo. Tanto, que ya no nos acercábamos a ningún puesto para que no nos persiguiesen, a no ser que estuviéramos buscando algo muy concreto.

Se ve que los oficios artesanos todavía se mantienen y el mercado está organizado por artesanías, la madera, la piel, el metal, los tejidos, las especias, alimentos, cristal, etc. Así que cuando vayas por una de estas zonas te vas a encontrar muchos puestecitos de la misma temática y artesanía.

Me llamó la atención especialmente el mercado de la comida ya que uno no está ya acostumbrado a ver la comida a la venta de esa manera, sobretodo la carne o el pescado, y puede suponer un pequeño shock al que debes estar preparado. El motivo es que las condiciones higiénicas brillan por su ausencia y el pescado y la carne están expuestos a todo.

El argumento que escuché es que todo es súper fresco y lo comen en el día, bueno, a mí no me convence y no me gustó la verdad, pero era lo que había. Siempre comimos en restaurantes que nos dieran una cierta seguridad, pero nunca sabes donde ha comprado la comida claro. Lo que es seguro es que nosotros no compramos comida allí salvo la fruta o los frutos secos.

También estuvimos visitando la zona de los tejedores donde elaboran los pañuelos y los turbantes y además te enseñan a colocártelos como corresponde. Aunque a decir verdad yo no fui capaz de aprender como se hacía aunque de verdad que me fijé bien!.

Mezquita Kutubía de Marrakech.

La Mezquite Kutubía está junto a la plaza de Yamaa el Fna y es del Siglo XII. Nosotros no entramos en ninguna mezquita, pero sí las pudimos ver por fuera.

Lo que más llama la atención es la torre o alminar de esta mezquita ya que es hermana de La Giralda de Sevilla. De hecho, los arquitectos se basaron en esta torre para diseñar La Giralda.

Palacio de la Bahía

Este palacio se construyó en el siglo XIX para un visir del sultán, que era algo parecido a un ministro. Es completamente visitable y los detalles de la decoración del palacio son impresionantes.

En la foto se puede ver el patio del harén. Este visir tenía cuatro esposas y alrededor de treinta concubinas en este harén. Como ya sabemos, se podían tener tantas mujeres como uno era capaz de mantener.

El Palmeral de Marrakech.

El Palmeral es una enorme extensión de terreno ocupado por palmeras, pero no es de acceso fácil. No es recomendable ir por tu cuenta.

Es mejor pedir que te lleven en taxi y allí verás que puedes contratar un paseo en camello por el palmeral. Es la mejor forma de recorrerlo, tiene un coste de unos 30 euros.

El Jardín Majorelle o jardín de Yves Saint Laurent. Un oasis en Marrakech

Es un jardín precioso que empezó a construir Jacques Majorelle que era un pintor francés. Le encantó Marruecos cuando éste era un protectorado francés y vivió en el durante mucho tiempo. Compró la finca junto al palmeral y construyó un chalet en ella y empezó a construir los jardines.

En realidad era un jardín botánico con multitud de especies exóticas que el pintor se había traído de sus viajes por el mundo. El pintor Majorelle falleció y los jardines cayeron en el abandono mas absoluto hasta que en el año 1980 Yves Saint Laurent lo compró y lo restauró y amplió, dejándolo en el estado actual.

Es visitable tanto los jardines como el museo y la entrada para ambos tiene un coste de 100 dirhams (10 euros).

Las Tumbas Saadies.

Las tumbas Saadies son un monumento interesante que se encuentra en el zoco de Marrakech. Datan del siglo XVII pero se cerraron y quedaron ocultas hasta que en el año 1917 se encontraron y abrieron al público y comenzó su restauración. Están hechas en mármol de carrara y son verdaderamente bonitas.

En estas tumbas están unos 60 miembros de la dinastía Saadí, de ahí su nombre y entre ellos se encuentra el célebre Almanzor.

La Madrasa Ben Youssef

Si visitas la madrasa Ben Youssef te podrás hacer una idea de cómo era el ambiente en el que se estudiaba el islam en esta escuela.

Ellos la denominan medersa, no madrasa que es una castellanización del término. Actualmente no está funcionando como escuela y es una mera atracción turística.

Espero que nuestros consejos te sirvan para disfrutar de tu visita por Marrakech. También os cuento que el viaje lo hicimos con Viajes Marrakech, quienes nos hicieron un programa muy chulo que os iremos contando en otros posts, y nos acompañó un guía que nos trató muy bien! Aquí tienes la web para que le eches un vistazo.

Y tú ¿visitarías algo más?