Nos levantamos temprano y, en vez de coger el metro como el día anterior, nos fuimos andando hacia el centro pero parando en los lugares que habíamos escogido.
La primera parada fue el Siegestor, la Puerta de la Victoria, cuya inspiración fue el arco de Constantino de Roma. Fue construido en honor al ejército bávaro que derrotó a Napoleón. Durante la II Guerra Mundial resultó gravemente dañado y se convirtió en un monumento a la paz. Su inscripción lo dice todo: "Dedicado a la victoria, destruido por la guerra, exhortando a la paz".
Una curiosidad sobre esta iglesia es que ella se encuentra La pisada del diablo (según la leyenda el diablo la dejó cuando curioseaba mofándose de la iglesia sin ventanas que Halsbach había construido. Según otra versión de la leyenda el diablo hizo un trato con el constructor para que no hubiera ventanas en la iglesia. Pero el demonio fue engañado por el inteligente constructor, que dispuso las columnas de manera que no se viera ninguna ventana desde cierto lugar a la entrada del templo. Cuando el demonio descubrió que había sido engañado la iglesia ya había sido consagrada. Pero dejó la pisada a la entrada donde estuvo - Wikipedia)
Dachau fue el primer campo de concentración construido por los nazis en 1933. Se cree que en él murieron alrededor de 43000 personas. La entrada es gratis pero os recomendamos que alquiléis una audioguía que os ayude a entender mejor el lugar.