Qué ver en Riga, la capital de Letonia + Mapa (2020)

Por Interrailero @interrailero_

Todo aquel que visita Riga se da cuenta que tiene algo que la hace irresistible. Quizás sean las coquetas calles de su centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad, tal vez su colección de edificios Art Noveau. Lo que está claro es que Riga sigue siendo un secreto bien guardado y que quien recorre la capital de Letonia acaba perdidamente enamorado. Descubre con nosotros los imprescindibles que ver en Riga, una de las ciudades más bonitas de Europa.

La capital báltica ha supuesto un soplo de aire fresco frente a los masificados y requetevisitados destinos de Europa. Riga ofrece una combinación de iglesias medievales, animadas plazas y zonas verdes aderezadas con edificios soviéticos y algún que otro museo. Te diré que no es la ciudad más bonita de los países bálticos (mérito que quizás cabría otorgarle a Tallin) pero sí la que tiene más carácter.

Llega al Monumento a la Libertad, pasea por el Daugava y disfruta de la Casa de los Cabezas Negras con nuestros imprescindibles que ver en Riga, testigos de una ciudad que tiene mucho que ofrecer.

Qué ver en Riga (mapa incluido)

En este mapa hemos situado las mejores cosas que ver en Riga. Es una ciudad fantástica para callejear y podéis llegar a pie a todos los lugares de interés que os recomendamos. Es más, no solo podéis sino que debéis: pasead por Riga, visitad cada rincón, quedaos de brazos cruzados viendo sus edificios modernistas y, sobre todo, disfrutad de la ciudad.

Nuestros 9 imprescindibles que ver en Riga son:

  • El Monumento a la Libertad
  • La Catedral de Riga
  • La Iglesia de San Pedro
  • El Castillo de Riga
  • La Catedral de la Natividad de Riga
  • La Casa de los Tres Hermanos
  • La Casa de los Cabezas Negras y la Plaza del Ayuntamiento
  • La Puerta Sueca
  • La Academia de las Ciencias

Qué ver en Riga, la capital de Letonia

1. El Monumento a la Libertad, un imprescindible que ver en Riga

Donde antes se erigía una estatua del zar ruso Pedro el Grande los letones decidieron levantar en 1935 (con donaciones privadas) un monumento para memorar a los soldados caídos durante la Guerra de Independencia de Letonia.

El resultado fue el Monumento a la Libertad, un imponente pero a la vez elocuente obelisco de 42 metros de alto que mira de reojo al pasado pero que, sobre todo, representa una oda a la libertad y al futuro. Quizás la inscripción Tēvzemei un Brīvībai localizada en uno de los costados del obelisco lo resume todo: «por la patria y la libertad».

El Monumento a la Libertad

Con el paso de los años sigue siendo un lugar muy simbólico para los letones y un recordatorio constante de las dificultades que ha sufrido esta pequeña república báltica para alcanzar la independencia. En la actualidad los letones se afanan en que nunca falten las ofrendas florales – aquellas que durante más de 50 años de ocupación soviética estuvieron prohibidas.

2. La Catedral de Riga

Algunos dirán que la Catedral de Riga es de estilo gótico, otros que es románica y los más osados que la ven barroca. Todos ellos están en lo cierto y a la vez se equivocan al catalogarla: simplemente es única. Un templo de más de 700 años de antigüedad – fue completado en 1270 – da para mucho: incendios, restauraciones y diferentes funciones, desde un convento a una sala de conciertos.

La Catedral de Riga

Su protagonismo en el centro de Riga es indiscutible. La pequeña plaza de Doma Laukumsde la Catedral – es un centro neurálgico para los turistas. La razón es clara: es absolutamente encantadora. De la catedral a los preciosos edificios Art Noveau o la Rīgas Birža (Casa Modernista), antigua bolsa y en la actualidad uno de los museos más prolíficos de Letonia.

Si visitas la Catedral de Riga por dentro no te pierdas su gran órgano que construido en 1884, llegó a ser uno de los más grandes del mundo. Si te quedas fuera no te olvides de fijarte en su veleta de color dorado, que desde lo más alto ha sido testigo del devenir de la capital letona.

3. La Iglesia de San Pedro

Que la apariencia tosca de la Iglesia de San Pedro no os engañe porque se trata de una de las joyas arquitectónicas de la capital báltica. Con bastante más carácter que la Catedral de Riga, data del siglo XIII aunque como prácticamente todo el centro de la ciudad, ha sido destruida en varias ocasiones y reconstruida otras tantas.

La Iglesia de San Pedro

El ascensor que sube hasta lo más alto de torre puede parecer un bonito capricho pero las vistas del centro histórico y, sobre todo de la Torre de Telecomunicaciones de Riga – la tercera más alta de Europa, ofrecen una panorámica muy completa de la ciudad. En todo caso, no sé que tienen estas construcciones soviéticas pero entre amasijos de metal parezco haberle cogido el gusto.

4. El Castillo de Riga

El Castillo de Riga ha ido siempre al compás de todos los avatares históricos y políticos que ha vivido Letonia. Fue construido por la Orden de Livonia allá por el siglo XIV como fortaleza y para servir de residencia a su maestre, tres siglos más tarde fue conquistada por Suecia, y después de las dos guerras mundiales sirvió, después de la primera como sede del Gobierno y de la segunda como residencia de la Presidencia de la República.

El Castillo de Riga

Para visitarlo nada mejor que pasear por 11. novembra krastmala (Terraplén 11 de noviembre – en honor a una batalla de la Guerra de Independencia), un paseo al margen del río que permite admirar la inmensidad del Daugava y divisar, al otro lado, algunos de los edificios modernistas de la ciudad como la Torre Swedbank o la Biblioteca Nacional de Letonia.

Paseando por el Río Daugava con la Biblioteca Nacional de Letonia al fondo

5. La Catedral de la Natividad de Riga

En el país báltico con el mayor porcentaje de población rusa la herencia soviética se percibe de forma abrupta cuando llegamos hasta la Catedral de la Natividad, principal templo religioso de corte ortodoxo de Riga. Situada en la Esplanāde, comparte espacio con el Museo Nacional de Arte de Letonia y la Academia de las Artes.

La Catedral de la Natividad de Riga

De estilo neobizantino, sigue el patrón historicista que se impuso a finales del siglo XIX en la mayor parte del Imperio Ruso y que ahora inunda las ciudades de Europa del Este. Coronado por dos cúpulas de color dorado, su interior no es nada desdeñable sino más bien una explosión de colores, imágenes y devoción de quienes la visitan.

💥 Desde la Esplanāde comienza todas las mañanas (12:00) el free tour por Riga que es una fantástica opción para descubrir un poco más sobre la ciudad.

6. La Casa de los Tres Hermanos

Los que tengan hermanos lo sabrán: ni podéis estar juntos ni separados. No sois iguales pero a la vez dos desconocidos dirían que sois familia. Tampoco tenéis la misma edad ni os gustan las mismas cosas pero, después de todo, sois hermanos. Así se podría describir al Trīs brāļi, el peculiar monumento arquitéctónico de Riga.

Si me hubieses enseñado una foto de la Casa de los Tres Hermanos te habría dicho que estamos en Amsterdam o una ciudad neerlandesa aleatoria. Pero por osadía toda ciudad tiene su monumento peculiar que inefablemente atrae a todo turista incluso sin que éste se explique porqué. Y en Riga éste ha sido elegido.

Los Tres Hermanos

Cada uno de ellos representa un estilo y una época diferente. El blanco es el más antiguo (siglo XV) y tiene algunos detalles renacentistas, el número 19 (amarillo) está inspirado en el manierismo holandés mientras que el edificio localizado en el 21 es el más estrecho y, desde mi punto de vista, coqueto de todos.

7. La Casa de los Cabezas Negras y la Plaza del Ayuntamiento

La Plaza del Ayuntamiento es la joya de la corona y el principal centro neurálgico de la ciudad. El protagonismo sin lugar a dudas se lo lleva la Casa de los Cabezas Negras, una precioso pero a la desconcertante edificio que tuvo que ser reconstruido tras la Segunda Guerra Mundial.

En el centro de la Rātslaukums se encuentra la Estatua de Rolando, símbolo de la libertad, la soberanía y la independencia letona. No es la estatua original de 1886 sino una copia. La auténtica, como la libertad, sigue bien custodiada: al final, es demasiado importante como para perderla.

La Plaza del Ayuntamiento y la Casa de los Cabezas Negras

La Plaza del Ayuntamiento fue duramente bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial. Por eso, en la misma conviven algunos edificios reconstruidos con otros levantados en los últimos 30 años como el Museo de la Ocupación de Letonia (que os recomendamos) o el Ayuntamiento de Riga.

El Museo de la Ocupación de Letonia

8. La Puerta Sueca

La Puerta Sueca fue levantada en el siglo XVII y forma parte de un conjunto de fortificaciones y construcciones de origen medieval. Son el mejor baluarte del encanto del que goza el centro histórico de Riga y que en 1998 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La Puerta Sueca

En la encantadora Trokšņu iela puedes contemplar los restos de las Murallas de Riga mientras paseas por una de las calles más fotogénicas de la ciudad. Ésta desemboca en la Torre de la Pólvora (actualmente el Museo de la Guerra), una de las antiguas torres defensivas de la ciudad.

La Torre de la Pólvora

9. La Academia de las Ciencias

50 años de influencia soviética no se borran de un plumazo. Cuando llegas hasta la zona de la Academia de las Ciencias (al oeste del centro) parece que en vez de recorrer la Avenida Gogoļa has cogido un transbordador que te ha dejado en el mismísimo centro de Moscú – a pesar de que nunca has estado en Rusia.

La Academia de las Ciencias. ¿Estamos en Rusia?

Sin llegar a entrar en algunos de los barrios de arquitectura soviética de la ciudad (que los hay), es una buena alternativa para descubrir un poco más sobre el pasado del país. Si además lo conjugas con una visita al adyacente Mercado de Riga, situado a escasos metros, ya tienes el duo perfecto para empaparte del ambiente letón más castizo.

🚀 Si quieres conocer el pasado de la Letonia ocupada no te pierdas el tour soviético por Riga, una excelente opción para descubrir una cara diferente de la ciudad.

Alojamiento en Riga

Riga no es una ciudad cara ni mucho menos. Sus precios se sitúan al nivel de otros destinos de Europa del Este que hemos visitado y, en general, ofrece una relación calidad-precio bastante buena.

Su oferta hotelera y de apartamentos es amplia y siempre hemos tenido buenas experiencias en nuestro viaje por los países bálticos. En Riga no fue ninguna excepción. Nos alojamos en el Radisson Old Town Riga, un fantástico hotel en el centro de la ciudad que os recomendamos!

También os dejamos aquí algunos descuentos y ofertas para ahorrar al reservar hoteles y apartamentos en Riga:

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