Qué ver en Trujillo, Cáceres. Ciudad monumental

Por Mundoturistico

Pocas ciudades tan pequeñas –el municipio cuenta unos 9.500 habitantes- atesoran en España un patrimonio monumental como el de la villa de Trujillo. Tallada en piedra, el casco antiguo de esta urbe cuenta con iglesias, casas señoriales, monasterios y edificios históricos por doquier, además de un castillo y la muralla romana, que añaden su toque de encanto también. Como casi siempre, lo mejor en ella es patearla bien. El casco antiguo empieza a partir de la la Plaza Mayor y cada rincón desde ese momento es para no perder detalle.

Situada a 256 kilómetros de Madrid, es ideal para una escapada combinada con Cáceres, como hice yo recientemente, ya que se recorre perfectamente en un día. Y no defraudará, pues es un lugar encantador y muy bonito. Su ritmo tranquilo y la amabilidad de su gente son otros de sus fuertes. Pero sobre todo es muy agradable de visitar porque en cada monumento, las autoridades se han encargado de contarte la Historia del lugar, haciendo un poco mejor la visita por libre. Si aún tienes dudas, la Oficina de Turismo está bien situada, en la Plaza Mayor, y allí pueden informarte de actividades o rutas guiadas por la ciudad. Además, en cuestión de precios, está muy bien. Todas las visitas que hice cuestan 1,40 o 1.50 euros, por lo que así no importa dejarse algo de dinero en entrar en ellas y no tener la sensación de que te están tomando el pelo.

Finalmente, Trujillo es genial porque es una villa en mitad de la naturaleza. En la parte alta, se goza de unas maravillosas vistas al municipio, a los campos y al tranquilo estar de los animales en su entorno. De hecho, en la zona de la Alcazaba, de cara al atardecer -al oeste- hay un mirador situado al efecto. Una pena que cuando fui, el cielo estaba nublado y me privó de tan genial momento.

A continuación os hablaré de algunos lugares que no os podéis perder en Trujillo y que hacen que esta ciudad sea tan maravillosa. Hay otros cuantos a los que no entré, pero creo que sí están todos los importantes.

Plaza Mayor

Quizás el lugar más reconocible de Trujillo es su Plaza Mayor. Es el centro de la vida del lugar y siempre está animado, así que será una parada obligatoria. De estilo renacentista y con los soportales como otro de sus elementos más simbólicos, uno se queda maravillado con lo bonita que es. Sin duda, también es muy destacable la escultura que hay de Francisco Pizarro, el conquistador español de renombre que nació en la urbe (de ahí que por ejemplo en Perú, haya una conocida ciudad que se llame Trujillo) y la Iglesia de San Martín de Tours, imponente. Aquí seguramente quieras hacer la gran mayoría de las fotos, ya que es uno de los lugares más fotografiables de la urbe. No te cortes; luego disfrutarás mucho de observar la genial estampa.

Antes era el lugar donde lucían las mejores casas de la villa. Actualmente, está llena de bares (os recomiendo La Troya, para tomar una caña o comer) y en ella se encuentra la Oficina de Turismo de Trujillo, que puede ayudarte a recorrer la zona y darte un mapa. No dejes de tomarte una caña admirando su belleza.

Estatua de Pizarro en la Plaza Mayor

Sin duda el mayor símbolo de la urbe es la estatua de Francisco Pizarro que hay en la Plaza Mayor. Construida por Charles Cary Rumsey es una de las tres que realizó en honor a este descubridor que fundó, entre otras, la ciudad de Lima. En esta urbe está otra y la tercera y última en Buffalo (Estados Unidos). Es muy llamativa y fotogénica, así que seguramente repares en ella bastante cuando conozcas Trujillo.

Iglesia de San Martín de Tours

Otra de las cosas que más llamará tu atención cuando visites la Plaza Mayor de Trujillo es la Iglesia de San Martín de Tours, en una de las esquinas del lugar. Destaca por su gran envergadura y porque en su época era frecuentada por reyes españoles como Carlos V, Felipe II o Felipe V. De estilo Renacentista, acabó de construirse en el siglo XVI. No entré en ella, pero se puede visitar. En la anterior imagen, se puede ver compartiendo plano con la estatua de Francisco de Pizarro.

La Torre del Alfiler

Tampoco entré en la Torre del Alfiler, que sirve actualmente como centro de interpretación de la Historia de Trujillo, pero desde luego este monumento es para fijarse, ya que es también realmente bonito. Se visita también el interior, aunque es cerrado y no permite ver las vistas desde lo alto. Esta torre defensiva de la época musulmana es muy bonita exteriormente, recibiendo el nombre por una varilla metálica que tiene en su parte superior.

Iglesia de Santa María la Mayor

Otro de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, no solo por su envergadura sino por el valor estético es la iglesia de Santa María la Mayor. De estilo románico tardío, se cree que fue construida sobre una mezquita musulmana y llama mucho la atención por dos altas torres, a una de las cuales se puede subir. La visita por dentro también merece la pena, con un retablo con 25 dibujos pintados al óleo.

Las vistas desde la torre son chulas. No obstante, me quedo con las que se obtienen desde la Alcazaba.

Casa-Museo de Pizarro

Justo detrás de la emblemática iglesia, se encuentra la Casa-Museo de Pizarro, que fue hogar de la familia del conquistador y ahora es también un centro de interpretación de la Conquista Americana y de la figura de Pizarro. En él se pueden ver las habitaciones de lo que fuera la casa, con reconstrucciones de los elementos de la cocina o la cama, que parece real.

En el segundo piso, se puede descubrir la Historia de las exploraciones de Pizarro, con datos por ejemplo de su primer viaje, en 1502 desde Sevilla y con la compañía de Núñez de Balboa. También se conocerán datos de sus hazañas, entre las que se encuentra que fundó Lima (en un primer momento, “Ciudad de los Reyes”) o la ciudad de Trujillo y sus enfrentamientos con los líderes indígenas. Seguramente el más famoso fue la captura del inca Atahualpa. Tuvo otros tres hermanos que también viajaron a las Indias y tres de ellos murieron allí. Mapas, utensilios o cartas para entender mejor esta historia completan esta interesante visita.

La Alberca

Este monumento de la ciudad de origen desconocido –de la época romana o musulmana, eso seguro- es uno de los más singulares de Trujillo. Se trata de una poza de 14 metros de profundidad para el suministro de agua y actualmente, para el baño en épocas calurosas por lo que he visto en Internet. Recomiendo sentarse un rato en uno los muros que lo rodean y observar la belleza de este rincón y en general, de la urbe.

La Alcazaba

De corte defensivo, se alza en la parte más alta de la ciudad La Alcazaba, en casi perfecto estado de conservación. Con varias torres altas, se puede pasear por dentro y recorrer sus diferentes puntos de observación. Es un lugar realmente encantador para obtener vistas de la urbe y pararse a contemplar su belleza también. Para atrás, queda la muralla; de cara, el paisaje es como un cuadro perfectamente dibujado. A los lejos, este monumento es perfectamente reconocible. Majestuoso. Quizás es la visita más imprescindible y como el resto de monumentos, solo cuesta 1,40 euros visitarla.