¡qué vergüenza! nuestra estrechez y conciencia

Publicado el 27 septiembre 2017 por James Nightingale @atracoalpueblo

¡QUÉ VERGÜENZA! NUESTRA ESTRECHEZ Y CONCIENCIA 
Nadie siente el dolor ajeno ni tampoco sabe la gotera que cae en casa ajena, ni mucho menos la escasez de agua potable, luz, gas, comida, medicina, leche materna por desnutrición de ambos, cama de hospitalización, transporte terrestre, vivienda, seguridad, justicia, servicio público, falta de efectivo y un etcétera largo, que denuncia sin cesar el ciudadano de a pie en nombre de la población de esta nación olvidada, destruida, indefensa que cada día sufre sin ninguna solución efectiva por parte de los que ejercen el control dictatorial y mantiene el negocio político, económico e ideológico de los que juegan a un diálogo que no es diálogo sino un símil del circo ruso o de gitanos.  

Da vergüenza como ciudadano narrar esta realidad en pleno siglo XXI. Venezuela hoy día presenta ante la luz del mundo una fachada de terror, de horror, de estrechez, de inseguridad, de humillación, de crisis humanitaria por falta de conciencia de los gobernantes.  Es hora de tomar conciencia nacional para comenzar sin pausas a la reconstrucción de la familia e inculcar valores humanos que hemos perdido con ahínco en estos tiempos de revolución engañosa de estilo comunista-militar de difícil recuperación, pero no imposible. Es tarea de todos.  «…Durante años me ha preocupado la incertidumbre social del país, las estrecheces de los más desafortunados, la bruma que rodea la aventura de vivir y, peor aún: la vida asumida por algunos como una enfermedad; mi incapacidad para evitar que alguien no lleve pan a su casa, viva en la intemperie, se hunda en las turbias aguas del desamor. Me ha preocupado la tradicional y desventurada vida política del país sometido a las ásperas voluntades de los caudillos civiles o militares, la ausencia de una cultura cívica, la permanente violencia y la persistente mentalidad minera de vivir al día anclada en nuestro comportamiento Caribe. El petróleo ha hecho de nosotros vampiros de nuestra propia sangre, parásitos de nosotros mismos; rentistas, depredadores, seres altivos y soberbios; me persigue la imagen del país pobre que se cree rico, pero, a pesar suyo, enriquece a los delincuentes que asaltan el poder. 

Me asombran y me dejan estupefacto los diáfanos o enlodados misterios del sexo y del corazón; me enerva no poder alcanzar el esplendor del idioma en el que me expreso, dominar la sintaxis y encontrar la exacta elegancia de las palabras; valorar mi actitud hacia los demás. ¡Siento que mis esfuerzos han sido inútiles! Llegué a mi futuro y solo veo un terreno yermo allí donde debía estar el país en flor que avizoré en mi juventud. Sin embargo, cercano a los 90 años, constato que estas y muchas otras preocupaciones van quedando de lado, algo rezagadas pero sin perder importancia, porque siguen allí, pugnases, palpitando, reclamando mi atención, haciéndose sentir con fuerza; pero confieso que no olvidar el bastón y no caerme ¡Se han convertido en mis únicas y verdaderas preocupaciones!» Párrafo de opinión del gran cineasta, articulista: Rodolfo Izaguirre, EN (24-09-2017). Cito a otro admirado columnista «…La automutilación de la República, la destrucción de la institucionalidad democrática, el despotismo caudillesco y militarista, el asalto y saqueo de la barbarie a los bienes de la República, la crisis humanitaria y la muerte para los mayoritarios sectores más desvalidos del país. Con el atroz resultado de devastación espiritual y material, la corrupción de las élites, la inmoralidad reinante, el desprecio a los valores civilizatorios: Venezuela, de haber llegado a ser el más próspero y liberal de los regímenes políticos latinoamericanos en tiempos en que la región fuera presa del delirio revolucionario al precio de las más feroces dictaduras militares de su historia, se convirtió con la complicidad, la tolerancia y el entusiasmo fervoroso de la mayoría de sus ciudadanos en el país más violento, más retrasado, más corrompido, más subdesarrollado y más inmoral del planeta. La cúpula de las Fuerzas Armadas se corrompió hasta montar el más poderoso cartel del narcotráfico en el mundo… El mismo presidente que renunció a continuar la política de enfrentamiento con las guerrillas castrocomunistas de las Farc que tantos éxitos alcanzara bajo el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, las legaliza ahora con el patrocinio de la tiranía cubana, les abre los portones del poder siguiendo el modelo con el que Hugo Chávez y Nicolás Maduro se hicieran con el poder del país vecino y viviendo en carne propia la espantosa tragedia de Venezuela, perfectamente consciente de la brutal injerencia cubana y de las guerrillas colombianas en territorio venezolano, cree granjearse la admiración del mundo al hacerse portavoz de la pusilanimidad, la babosería y el entreguismo regional al castrismo precaviendo a Donald Trump de intervenir en el conflicto venezolano, pues encontraría el repudio y el rechazo de toda la región. No han dicho hasta el día de hoy una sola palabra sobre los cientos de miles de soldados y funcionarios cubanos que controlan el mando de las instituciones de seguridad en Venezuela…», opinión del escritor y articulista, Antonio Sánchez García, EN (24-09-17). Estas notas de referencias son puntos de apoyo para fundamentar mí artículo de opinión en esta columna. ¡Ojo!, el presidente Santos de Colombia, juega o se hace el loco sobre el informe de la DEA. Colombia es el principal proveedor de la mayoría de la cocaína que ingresa en Estados Unidos. Todo el mundo sabe que las Farc continúan participando en la producción y exportación de la droga. Bandas criminales conocidas como las Bacrim y varios frentes de la Farc las transportan hasta Venezuela, Panamá y Ecuador. De estos países salen hacia Méjico, donde los peligrosos carteles mejicanos se encargan de introducirla en territorio norteamericano y el negocio mil millonarios en distribución y consumo causa muerte, dolor y destrucción exponencial.  La Farc convive con poder político y económico en decisiones a la luz de todos los venezolanos en distribución, control y puente del transporte internacional del narcotráfico con la anuencia del régimen y los Narco Soles que han sido denunciados y señalados ante organismos internacionales competentes. ¡Qué vergüenza Asi de las cosas  
Jesús Alfonzo Sánchez 
“Las imágenes que salen en la portada, no son de responsabilidad del autor del escrito”
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