Antes de referirme a las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 25 os adjunto dos chistes gráficos muy buenos de La Vanguardia, porque los temas es mejor iniciarlos con sentido del humor, si es que se puede.
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Esta vez, saltándome mi vieja norma de votar en blanco hasta que alguien haga un planteo serio contra la corrupción, votaría “en negro” si fuese cierto que, como se ha informado, el Parlamento Europeo será el verdadero poder y cuerpo legislativo de la U.E., tal como debería haber sido desde hace mucho tiempo, pero como siempre, en Bruselas si uno escucha dos comentarios se queda con tres opiniones, y varios de sus grandes capitostes empezando por la más importante, Frau Merkel, ya han dejado bien claro que esto está por ver y que seguirán haciendo las mismas tonterías de siempre tanto si gustan al Parlamento Europeo como si no es el caso.
Quiero aclarar que no soy euroescéptico sino eurocabreadísimo. Cabreadísimo porque nos han hecho curar una muy fuerte jaqueca mediante un disparo a la cabeza, al que hemos sobrevivido, pero hemos quedado muy tocados, cuando hay cien métodos más suaves para imponer los necesarios orden, disciplina y austeridad sin mandarlo todo a la mierda. Cabreadísimo porque siguen celebrando los plenos del Parlamento Europeo en un edificio que costó carísimo en Estrasburgo, mientras su sede permanente está en Bruselas, con un coste mensual de un montón de millones para trasladarlo todo por un solo día, mientras nosotros hemos de cumplir una austeridad que consiste en recortarnos servicios y derechos. Cabreadísimo porque los grandes responsables de que hayamos pasado unos años horrendos que todavía no han acabado del todo, están en sus casas sentados sobre montones de millones y ni uno solo ha visitado la cárcel ni por un solo día, mientras los ciudadanos de a pie estamos pagando muy cara su irresponsabilidad. Cabreadísimo porque precisamente la señora que nos obligó a pegarnos un tiro en la frente aprovechó la U.E. para la expansión alemana hacia el este, metió con un calzador gigante a Rumanía y Bulgaria en la U.E. cuando están a años luz de ni tan solo acercarse a cumplir las condiciones más mínimas, y no contenta con ello, nos metió en el lio de Ucrania, y ahora hace cara de no haber roto un plato y de no entender lo que ocurre. Y aunque podría añadir otras razones para estar eurocabreadísimo lo voy a dejar aquí, no sin antes decir que si los euroadictos opinan que los euroescépticos y los eurocabreadísimos estamos locos y somos unos traidores se lo tendrían que hacer mirar porque seguramente no será nada grave, y si quieren hacer algo por Europa, que dejen de criticarnos y sorprenderse cuando se plantean verdades como puños y empiecen a dar alguna solución a esta alcarchofa gigante y podrida que es la U.E.
En clave local, en una nota anterior dije que lo único bueno de la campaña electoral es que solo dura quince días. ¡¡Retiro lo dicho!!, ¡¡No hay quien la aguante tanto tiempo!!.
A pesar del poco tiempo de campaña transcurrido las tonterías, sandeces, chorradas, esperpentos y demás son ya multitud, pero como siempre, en esto de mentir y descalificar aunque todos participan, quien se lleva la palma es el PP, que continúan usando el problema catalán como uno de los temas importantes en sus mítines, a pesar que en precampaña avisaron repetidamente de que habían gentes malintencionadas que querían usar el tema Catalunya para robar votos al PP.
En ocasiones pienso que la combinación de mayoría absoluta en el Parlamento y el problema catalán han hecho perder totalmente la razón a los políticos del PP. Fijaros sino en el artículo de Pilar Rahola publicado por La Vanguardia del sabado10 que adjunto, donde dice que viajó a Guayaquil (Ecuador) para dar una conferencia invitada por una asociación judía patrocinada por el gobierno israelí y fue informada por los propios organizadores que el Ministerio de Exteriores de España había hecho todo lo posible y tocado todas las teclas desde las embajadas ecuatoriana e israelita en Madrid hasta el cónsul español en Guayaquil, pasando por la embajada en Quito para impedir la conferencia, a pesar que la independencia de Catalunya no era el tema a tratar y en ninguno de los actos ni la olieron. Actuando de forma tan absurda no creo que ganen muchos votos en Catalunya, más bien lo contrario, pero en cambio van a tener a muchísima gente contenta y muy agradecida porque, como escribía hoy un lector en la página web de El Periódico, con españolistas así, ¿quien necesita independentistas?.