Ante el incumplimiento de las promesas del alcalde de Morán y otras autoridades, los vecinos decidieron regresar a sus averiadas casas para pasar, en familia, la temporada navideña.Pero nuevamente la tragedia se ensañó contra algunas de ellas pues el fuerte aguacero que durante la tarde y noche del domingo cayó sobre la región larense, provocó la crecida de la quebrada Las Limas y sus aguas desbocadas las arrastraron junto a los pedazos de tierra donde estaban asentadas.“Eso comenzó suavecito como a las seis y media de la tarde, que fue cuando empezó a llover, pero a las nueve se puso fuerte y yo me asusté cuando cayeron los primeros terrones del patio y después se cayó lo de atrás de la casita”, dijo aún angustiada Antonia del Carmen Sequera, cuya vivienda quedó inhabitable.Un vecino presente en la conversación, intervino para señalar el sitio de alto riesgo donde la anciana residía con otros miembros de su familia, ante la total indiferencia de las autoridades municipales y regionales sobre el peligro que sobre ellos persistía.Ayer estaba dedicada a “recoger los coroticos” para irse a un refugio, a esperar que algún organismo le construya otra casa donde vivir.A su lado residían otras familias que lo perdieron todo.“Ahí vivía Winston Vera con su mujer y tres niñas, una recién nacida, y al lado Félix Pérez Daza. Se quedaron sin nada porque sus casitas se las llevó la quebrada”, expresó otra vecina.“La mía está a punto de irse también y por eso tenemos que estar pendientes de la quebrada cuando está lloviendo”, manifestó Manuel Pérez, también residente en el sector San José.“Por aquí hay otras cinco en alto riesgo, confirmado por Protección Civil, pero ningún organismo se preocupa por ellas”, dijo por su parte Marilú Cardozo.Suministró los nombres de Chepina, Degny, Ricardo, Maranny y Zulay como afectados en la misma zona.Más adelante, en La Manga, hay otros afectados, algunos desde el año pasado, quienes se han cansado de esperar las casas que les prometió el alcalde de Morán.Entre ellos está Darianny Silva, madre de cuatro niños, quien se siente decepcionada de la revolución porque no han atendido la necesidad de vivienda de su familia.En igual situación se encuentra José Luis Camacho, quien tuvo que abandonar el taller donde trabajaba con otros miembros de su familia pues con la crecida del domingo la parte posterior del inmueble terminó de desplomarse y temen ser arrastrados por la corriente de continuar lloviendo fuerte.“Nos prometieron reubicarnos en un terreno que ya compraron, pero ahora dicen que no han podido construir porque el Ministerio del Ambiente no les da el permiso”, señaló.Al parecer el terreno que negoció la Alcaldía de Morán con un particular no es el más adecuado para ningún desarrollo habitacional pues se encuentra a corta distancia de la quebrada.“Es decir que vamos a salir de un sitio riesgoso para meternos en otro. Lo mejor es que busquen otro terreno y construyan las casitas para que podamos vivir tranquilos con nuestras familias, sin temor de que cualquier noche las paredes nos caigan encima o nos arrastre la corriente”, dijo Camacho.Este lunes, los más afectados se dedicaban, con muchas dificultades a sacar de sus averiados inmuebles ropa, muebles y utensilios del hogar ante el temor de que se los lleve la corriente.Pero, inexplicablemente, las autoridades municipales de la parroquia Guarico permitieron la instalación en los alrededores de la manga de coleo del mercado libre de los lunes, sin tomar en cuenta la situación de emergencia que se vive en el sector y la necesidad de contar con vías libres para la movilización de los vehículos de Protección Civil, Fuerza Armada Nacional y policía dedicados a auxiliar a damnificados y afectados.Las calles se encontraban ayer obstruidas por los puestos de los buhoneros dedicados a vender sus artículos sin importarles que a pocos metros había familias sin posibilidad de ser auxiliadas con prontitud en caso de emergencia.Por otra parte, afortunadamente, la vía Guarico-El Tocuyo se mantuvo sin problemas a pesar del fuerte invierno, aun cuando en el sector El Viso, considerado como crítico, se registró un derrumbe de tierra que fue despejado rápidamente con una máquina de la Alcaldía de Morán, mientras hacia Chabasquén o Anzoátegui, el paso por el puente de guerra se cumplía con normalidad. Hugo J. BoscánGracias
Ante el incumplimiento de las promesas del alcalde de Morán y otras autoridades, los vecinos decidieron regresar a sus averiadas casas para pasar, en familia, la temporada navideña.Pero nuevamente la tragedia se ensañó contra algunas de ellas pues el fuerte aguacero que durante la tarde y noche del domingo cayó sobre la región larense, provocó la crecida de la quebrada Las Limas y sus aguas desbocadas las arrastraron junto a los pedazos de tierra donde estaban asentadas.“Eso comenzó suavecito como a las seis y media de la tarde, que fue cuando empezó a llover, pero a las nueve se puso fuerte y yo me asusté cuando cayeron los primeros terrones del patio y después se cayó lo de atrás de la casita”, dijo aún angustiada Antonia del Carmen Sequera, cuya vivienda quedó inhabitable.Un vecino presente en la conversación, intervino para señalar el sitio de alto riesgo donde la anciana residía con otros miembros de su familia, ante la total indiferencia de las autoridades municipales y regionales sobre el peligro que sobre ellos persistía.Ayer estaba dedicada a “recoger los coroticos” para irse a un refugio, a esperar que algún organismo le construya otra casa donde vivir.A su lado residían otras familias que lo perdieron todo.“Ahí vivía Winston Vera con su mujer y tres niñas, una recién nacida, y al lado Félix Pérez Daza. Se quedaron sin nada porque sus casitas se las llevó la quebrada”, expresó otra vecina.“La mía está a punto de irse también y por eso tenemos que estar pendientes de la quebrada cuando está lloviendo”, manifestó Manuel Pérez, también residente en el sector San José.“Por aquí hay otras cinco en alto riesgo, confirmado por Protección Civil, pero ningún organismo se preocupa por ellas”, dijo por su parte Marilú Cardozo.Suministró los nombres de Chepina, Degny, Ricardo, Maranny y Zulay como afectados en la misma zona.Más adelante, en La Manga, hay otros afectados, algunos desde el año pasado, quienes se han cansado de esperar las casas que les prometió el alcalde de Morán.Entre ellos está Darianny Silva, madre de cuatro niños, quien se siente decepcionada de la revolución porque no han atendido la necesidad de vivienda de su familia.En igual situación se encuentra José Luis Camacho, quien tuvo que abandonar el taller donde trabajaba con otros miembros de su familia pues con la crecida del domingo la parte posterior del inmueble terminó de desplomarse y temen ser arrastrados por la corriente de continuar lloviendo fuerte.“Nos prometieron reubicarnos en un terreno que ya compraron, pero ahora dicen que no han podido construir porque el Ministerio del Ambiente no les da el permiso”, señaló.Al parecer el terreno que negoció la Alcaldía de Morán con un particular no es el más adecuado para ningún desarrollo habitacional pues se encuentra a corta distancia de la quebrada.“Es decir que vamos a salir de un sitio riesgoso para meternos en otro. Lo mejor es que busquen otro terreno y construyan las casitas para que podamos vivir tranquilos con nuestras familias, sin temor de que cualquier noche las paredes nos caigan encima o nos arrastre la corriente”, dijo Camacho.Este lunes, los más afectados se dedicaban, con muchas dificultades a sacar de sus averiados inmuebles ropa, muebles y utensilios del hogar ante el temor de que se los lleve la corriente.Pero, inexplicablemente, las autoridades municipales de la parroquia Guarico permitieron la instalación en los alrededores de la manga de coleo del mercado libre de los lunes, sin tomar en cuenta la situación de emergencia que se vive en el sector y la necesidad de contar con vías libres para la movilización de los vehículos de Protección Civil, Fuerza Armada Nacional y policía dedicados a auxiliar a damnificados y afectados.Las calles se encontraban ayer obstruidas por los puestos de los buhoneros dedicados a vender sus artículos sin importarles que a pocos metros había familias sin posibilidad de ser auxiliadas con prontitud en caso de emergencia.Por otra parte, afortunadamente, la vía Guarico-El Tocuyo se mantuvo sin problemas a pesar del fuerte invierno, aun cuando en el sector El Viso, considerado como crítico, se registró un derrumbe de tierra que fue despejado rápidamente con una máquina de la Alcaldía de Morán, mientras hacia Chabasquén o Anzoátegui, el paso por el puente de guerra se cumplía con normalidad. Hugo J. BoscánGracias