Queda abierto el paso del noroeste en el ártico

Por Trinitro @trinitro

En Septiembre del 2007 se pudo observar por primera vez que el famoso 'paso del noroeste' del ártico estaba libre de hielos y era navegable para la navegación convencional (se había cruzado con anterioridad mediante diversas técnicas, con barcos rompehielos, catamaranes capaces de deslizarse por el hielo o dejándose atrapar por el hielo marino y navegando por la deriva que el propio hielo realiza).

El HMS Investigator, el primer navío en cruzar el paso del noroeste por el curioso método de dejarlo atrapar por la banquisa ártica y que la propia deriva lo llevara al otro extremo y se liberara en verano.

Este paso fue buscado con ahinco en fecha tan temprana como a finales del siglo XVI, intentando encontrar un paso hacia Asia por el Atlántico que no estuviera bloqueado por las potencias peninsulares (Portugal y España). La historia del Paso del Noroeste está llena de drama, épica y forma parte de los hitos de la exploración de la humanidad. El paso del Noroeste es una vía hipotética, libre de hielos entre las islas del norte del Canadá que pudiera llegar a Alaska e hipotéticamente al Pacífico Norte, antes de existir el canal de Panamá el paso del noroeste, libre de hielos, hubiera reducido muchísimo los tiempos de navegación entre Europa y la costa pacífica de Asia. Aún con el canal de Panamá una vía navegable en el ártico que conectara el Pacífico Norte con el Atlántico Norte supondría una reducción de tiempos.

Hasta el 2007 ningún barco había podido atravesar el paso del noroeste de manera convencional, todos habían sido mediante trucos: el dejarse atrapar por el hielo y dejar que la deriva nos lleve donde queremos y luego el deshielo del verano nos liberen fue la primera forma de consguirlo, tarea que duraba años, o utilizando ya más adelante barcos rompehielos. En el 2007 por fin se observó que se abría un canal navegable entre las islas del norte de Canadá libre de hielos. Ésto ocurrió hacia septiembre. Los años siguientes, 2008 y 2009, el hielo marino ártico, se extendió algo más que en el 2007 y la ruta del noroeste no se había abierto (en cambio sí la del noreste, por la costa siberiana, algo más común).

Estado del océano ártico a finales de Agosto de este año, la zona marcada de blanco indican zonas del ártico que tienen una cobertura de como mínimo el 15% de hielo marino. Queda claro que aunque el paso del noroeste sigue siendo una travesía peligrosa y requiere la protección de buques escolta especiales para desviar las masas de hielo en deriva, el paso está claramente abierto.

Este año en Agosto ya se ha abierto el paso del noroeste por segunda vez en su historia, y está libre para la navegación convencional. No sólo a causa del calentamiento global, sino de las condiciones meteorológicas que ha tenido el ártico este año que ha desplazado demasiado hielo hacia el pacífico norte dejando vacío parte del ártico de hielo viejo que aguanta mejor la fusión veraniega. Estas condiciones hace que, a pesar que el 2010 es el segundo año con menor extensión de hielos marinos después del 2007, el paso se abriera algo antes que en el 2007. Con las condiciones que imperan con el calentamiento global es muy probable que los años venideros volvamos a ver abierto el ártico en los meses estivales, el IPCC predice que hacia el 2020 estas condiciones serán más la norma que la excepción.

Pan con pan consuelo de tontos, los beneficios de la nueva vía de navegación no compensan ni de lejos los perjuicios económicos del calentamiento global.

Corremos el riesgo de que una buena noticia para la navegación comercial como la abertura del paso del noroeste que reduce algo los tiempos de navegación pueda asumirse como que el calentamiento global tiene efectos positivos. En su conjunto el beneficio de que durante 3 ó 4 meses al año haya una vía más rápida (pero menos segura ya que depende de las condiciones meteorológicas de cada año, y además es más peligrosa que la ruta del canal de Panamá debido a la mayor presencia de hielos flotantes e icebergs desprendidos de los glaciares Groenlandeses y de Alaska), no compensa la pérdida de zonas de cultivo en el sudeste asiático, la adaptación de ciudades y costas a la subida del nivel del mar y a la mayor propensión a fenómenos extremos (inundaciones, tornados, huracanes, sequías) debido a la mayor energía térmica del sistema y la situación fuera del pseudo-equilibrio del régimen climático en el que nos encontramos (el clima si algo es, es un sistema fuera de equilibrio y la prueba son los fenómenos meteorológicos, pero aún así, tiene regímenes que otorgan mayor estabilidad, el hecho de que la distribución de energías térmicas entre el océano y la atmósfera tiene que reequilibrar mayor energía y el sistema responde amplificando hace más probables los fenómenos extremos hasta que se alcance un nuevo régimen climático), por no hablar de los 200 millones de desplazados y refugiados climáticos que se producirán debido a los cambios climatológicos, eso con el cálculo más optimista.

Por tanto, aunque el cambio climático puede tener un efecto positivo parcial (como la posibilidad de cultivar mejor en zonas algo más frías, o la abertura del paso del noroeste durante unos pocos meses al año) son beneficios parciales, difícilmente aprovechables y que no compensan los perjuicios que el calentamiento global está provocando y va a provocar.