Queda mucho por hacer

Publicado el 28 marzo 2014 por Javier Marcos Angulo @clamorsegovia

El Rey en Bilbao:"Queda mucho por hacer"

"Queda mucho por hacer". La vida es como una madeja de hilo que se utiliza para ir confeccionando distintas ropas para acomodarlas a nuestras vidas según van aconteciendo hechos y sobre todo propuestas que nos planteamos y discutimos. 
Por eso si la madeja está elaborando una bufanda, puede ser que tengamos que deshacer y volver a hacer para acomodarla y ajustar a la realidad, acorde con la utilidad que queremos dar a la misma.
Es lógico  que se siga produciendo hilo para que la madeja no se acabe, ya que las circunstancias que nos van deparando la vida son cambiantes y siempre tendremos que afrontar con arrojo e intuición lo que más convenga al cuerpo.
Me refiero al cuerpo social del entramado  del cual estamos siendo protagonistas. Debemos sentir que estamos continuamente en proceso de cambio; es normal el cuerpo social está compuesto por infinidad de células y a todas les corresponde un trabajo, pero coordinado para que el esfuerzo conjunto beneficie a todos sin distinción.
El problema que se plantea,  cuando ese cuerpo se distancia de los problemas reales. Entonces hay que tener ese olfato político que muy pocos tienen, para asentadas unas ideas (a veces muy simples), puedan ilusionar a todo el cuerpo social al que tienen que ir dirigidas, para que a su vez creen fuerza suficiente para ilusionar a más gente y entre todos consigamos de verdad vivir con dignidad.
Si el hilo conductor se rompe, entonces surgirán las soberbias y egoísmos individuales y no tendrá ningún sentido el intentar conseguir, insisto entre todos, lo que en definitiva queremos para el bien general de ese cuerpo social.
La ventaja que tenemos los mortales, es que podemos hacer peticiones a nuestros gobernantes para con el hilo conductor adecuado, apoyándonos en las enseñanzas de nuestros errores y aprovechando que tenemos la fortuna de haber pasado los años suficientes como para darnos cuenta que  tenemos un 'arma' muy especial para poder hacer los cambios y adaptaciones necesarios para que el sistema de convivencia sea por fin la envidia de nuestros vecinos europeos, aunque evidentemente queda mucho por hacer.