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Por Carolina La Cuchara De Mis Recetas @lacucharademisr

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Ya sabes que adoro los bundt cakes. De hecho, últimamente me he aficionado a usar siempre estos moldes para llevar a cabo mis bizcochos, porque se hornean de manera homogénea, más rápida, evitando que se queden bordes resecos y centros a medio hacer. Y claro, si además cuentas con la ayuda de unos moldes perfectos, visualmente se consiguen unos bizcochos con una presencia inmejorable.

Ya tengo publicados otros bundt cakes en el blog. Si te apetece probar otras opciones, prueba el de calabaza y chocolate (sin huevos ni lácteos, apto para todos los públicos), el de leche hervida con un toque muy característico, el de cerezas para estrenar la nueva temporada de esta fruta, o el especiado de manzana, nueces y queso para ocasiones especiales y a la espera de ser publicado, el de calabacín y glaseado de naranja.

¿Qué pasa si además de la primera impresión quieres conseguir un efecto llamativo cuando te dispongas a repartir las porciones? Un toque que sorprenda tanto a los más pequeños como a los más grandes… pues esta propuesta es ideal para quedar a todos con los ojos como platos. Y es fácil, muy fácil. Vamos allá con el paso a paso.

Ingredientes

Para las bolas de colores

  • 400 g. de bizcocho sencillo (puede ser comprado)
  • 160 g. de queso mascarpone (40 g. por cada 100 g. de bizcocho)

Necesitamos más o menos 400 g. de bizcocho ya hecho. Puede ser comprado, como en la foto superior, o restos de un bizcocho anterior. Eso sí a ser posible de sabor muy suave, porque lo que pretendemos conseguir con él es darle ese toque a mascarpone que contrasta con el chocolate del bizcocho donde van a volverse a hornear las bolas de colores.

Separa el bizcocho en 4 partes y desmígalo. Pon una gota de colorante alimenticio y 40 g. de queso mascarpone. Amasa hasta conseguir el color deseado y saca porciones iguales (o lo más parecidas posibles), aproximadamente 9-10 de cada color. En realidad no se utilizan todas todas, dependerá del molde y de ¡la fase de degustación! Ten en cuenta que estas bolas se pueden comer sin necesidad de hornear porque es bizcocho ya hecho.

Mételas al frigorífico mientras preparas la masa de chocolate.

Puedes cambiar los colores o el sabor de las bolas o del bizcocho donde se hornean, en realidad lo que te vengo a enseñar es la manera de sorprender con el interior del bundt cake.

Estas bolas tal cual son ideales para hacer cake pops. Solamente necesitan un baño de chocolate que endurezca y algún motivo decorativo.

Para el bundt cake de chocolate

  • 3 huevos
  • 120 g. de azúcar blanca
  • 100 g. de mantequilla a temperatura ambiente
  • 50 ml. de aceite de girasol
  • 1 yogur natural
  • 50 g. de cacao puro en polvo
  • 210 g. de harina de trigo
  • 2 cucharas de levadura (poquito menos que un sobre)
  • 1 pizca de sal
  • 1 cuchara grande de extracto de vainilla

Tamiza el cacao, la levadura, la pizca de sal y la harina y reserva.

Bate los huevos enérgicamente hasta que suban de volumen. Añade el azúcar. Si tienes una batidora eléctrica sin parar ve agregando los ingredientes, uno a uno.

A los huevos con azúcar, añade la leche y el aceite de girasol. Bate bien hasta que estén integrados. Incorpora el yogur, el extracto de vainilla y posteriormente la mantequilla a temperatura ambiente. Es normal que en este punto, te de la sensación de que la masa está cortada, se resuelve con la incorporación de los ingredientes secos.

Cuchara a cuchara y sin parar de batir, incorpora el bol de ingredientes secos hasta que obtengas una masa homogénea bastante consistente.

Es importante que engrases con aceite o con spray desmoldante el molde de bundt cake para evitar desastres a la hora de darle la vuelta.

Reparte la mitad de la mezcla y coloca bolas de colores jugando con no repetirlos para evitar que en el corte vayan dos bolas iguales. Cubre con la otra parte de la mezcla y repite la operación. Aquí deberás ser cuidadoso, porque no recordarás los colores de la capa inferior.

Precalienta el horno a 170º. Hornea con la bandeja un poco más alta de la mitad, con calor sólo por abajo a 160º durante unos 45-50 minutos o hasta que un palillo salga limpio.

Desmolda a los 10 minutos. Deja que se enfríe totalmente y espolvorea con azúcar glass para definir más los recovecos del molde. Si te apetece, puedes decorar con grajeas de chocolate de los mismos colores que en el interior, para dar una pista de lo está por descubrir.

Con esta receta participo en el concurso que organizan Mara y Bea de I love Bundt Cakes para su primer aniversario. Si, como yo, eres amante de este tipo de bizcochos, deberías hacerles una visita para quedarte prendado de sus increíbles propuestas.

Y hasta aquí esta semana. Te espero con nuevas propuestas el próximo viernes. Si no lo has hecho puedes suscribirte al boletín semanal donde te recibes cómodamente mi receta y además tiene regalo de bienvenida.

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