En el disco A Night At The Opera, publicado por la legendaria banda Queen en 1975, hay una canción que cuenta una historia de amor con un final triste como consecuencia de la Teoría de la Relatividad de Einstein.
La canción en cuestión es '39, compuesta por el guitarrista de la banda, Brian May. En el disco de estudio es él quien la canta pero en los recitales solía hacerlo Freddie Mercury mientras Brian la interpretaba con una guitarra acústica de doce cuerdas.
Quienes tengan buen oído para el inglés no van a tener muchas dificultades en comprender la letra, principalmente en esta versión que no tiene más instrumentos. De todas formas, me tomé la libertad de traducirla al español y pedirle ayuda a una amiga traductora para que me corrija algunas asperezas. Mi versión era terrible, pero no tanto como las que se encuentran en Google que traducen Milky Ways como mares lechosos en lugar de Vía Láctea, el nombre de nuestra galaxia.
En el año 39
Se reunieron aquí los voluntarios
En tiempos en que las tierras escaseaban
Desde aquí partió la nave hacia la azul y soleada mañana
El paisaje más dulce alguna vez visto
Y la noche siguió al día
Y los narradores contaron
Que el grupo de almas valientes
Durante muchos días solitarios
Navegó por los mares de la Vía Láctea
Sin mirar atrás, sin asustarse, sin llorar
¿No escuchas mi llamado
aunque estés a tantos años de distancia?
¿No me escuchas llamándote?
Escribe tus cartas en la arena
Para el día que tome tu mano
En la tierra que nuestros nietos conocieron
En el año '39
Llegó una nave desde lo azul
Los voluntarios llegaron a casa ese día
Y trajeron buenas noticias
De un mundo recién nacido
A pesar de que sus corazones pesaban tanto
Ya que la Tierra es vieja y gris
Pero, mi amor, esto no puede ser
Tantos años han pasado
Aunque yo soy solo un año más grande
Los ojos de tu madre me lloran desde los tuyos
¿No escuchas mi llamado
aunque estés a tantos años de distancia?
¿No me escuchas llamándote?
Escribe tus cartas en la arena
Para el día que tome tu mano
En la tierra que nuestros nietos conocieron
¿No oyes mi llamado
aunque estés a tantos años de distancia?
¿No me escuchas llamándote?
Todas tus cartas en la arena
No pueden curarme como lo hace tu mano.
Por lo que me queda de vida, ten piedad.
Es una historia de amor un tanto extraña, y no vamos a terminar de comprenderla si no vimos por lo menos alguna vez un documental sobre la Relatividad. El personaje del relato es un astronauta que se embarca en un viaje de exploración que para él dura un año, y cuando vuelve a la Tierra se encuentra con que aquí transcurrió un siglo. El argumento científico de la desventura del astronauta es el fenómeno de la dilatación del tiempo, predicho por Einstein en 1905 en su Teoría de la Relatividad General: el tiempo no transcurre de forma absoluta en todo el Universo sino que es relativo, y el reloj de un observador se hace más lento mientras viaja más rápido, y sobre todo si se acerca a la velocidad de la luz (300.000 kilómetros por segundo), para detenerse por completo si logra alcanzarla.
Nuestro amigo Albert había planteado este fenómeno cuando elaboró la teoría que lo hizo famoso, e incluso se planteó el mismo problema que cuenta '39, en lo que llamó la Paradoja de los Gemelos. La idea era que resultaba cuanto menos extraño que si la Teoría era correcta, si uno de dos gemelos se sube a una nave espacial y se va a viajar por el Universo a velocidades relativísiticas (cercanas a la de la luz), cuando volviese a Tierra se encontraría con que el tiempo transcurrió diferente para él, y el hermano que se quedó aquí sería más viejo.
En 1971, el físico Joseph Hafele y el astrónomo Richard Keating se propusieron verificar experimentalmente este fenómeno y colocaron varios relojes atómicos en diferentes aviones en vuelos comerciales, mientras que dejaron otros iguales en Tierra. Los relojes atómicos miden los segundos basados en contar la vibración de algún elemento específico, cifra que no varía, y por eso pueden medir millonésimas de segundo y atrasarse o adelantarse sólo un segundo cada 30.000 años. El hecho es que estos dos científicos verificaron que los relojes que viajaban en los aviones efectivamente se atrasaban algunas millonésimas de segundo respecto a los que quedaban en tierra y que los que viajaban hacia el oeste lo hacían más (ya que la velocidad del avión se suma a la rotación terrestre). Y todas las variaciones encajaban perfectamente con la predicciones de Einstein de principio de siglo.
El interés de Brian May por la ciencia no era algo ocasional, algo que no muchos saben es que para el momento de publicar este tema en el mismo disco que Bohemian Rhapsody y Love of my Life, el guitarrista ya se había recibido de Físico y publicado dos papers. De hecho, abandonó el Doctorado en Astrofísica para dedicarse a la vida de estrella de rock junto a Freddie y hacer giras por todo el mundo...
En la última década parece haber encontrado algo de tiempo para volver a dedicarse a la ciencia. En 2006, junto a un astrónomo y un periodista científico publicó el libro ¡Bang! la historia completa del Universo. Mientras tanto siguió desarrollando su tesis, y recibió el título de Doctor en Astrofísica en 2008.
En 2008, luego de recibir el título, publicó un nuevo álbum de la mano de Roger Taylor (el baterista de Queen) y el cantante Paul Rodgers. Para seguir con la línea nerd, el título del álbum es The Cosmos Rocks y tiene 14 temas nuevos. Ese mismo año la banda "Queen + Paul Rodgers" hizo una gira mundial e hizo que algunos fans se enojen porque Queen sin Freddie no es Queen. Pero bueno, los estadios se llenaron igual, y los que tuvimos la mala suerte de haber nacido cuando el mejor cantante de la historia estaba muriendo, no nos perdimos la oportunidad.
Una cosa que faltó mencionar es que Brian además de estrella de rock y astrofísico, es luthier. La guitarra eléctrica que usa en los recitales se llama Red Special y fue construída por él mismo a partir de un trozo de caoba de la chimenea de la casa de un amigo y con la ayuda de su padre que era Ingeniero Electrónico. La guitarra tiene un sonido único y el Doctor usa una moneda de cobre de seis peniques a modo de púa.
Volviendo al tema de '39, en caso de que haya algún físico entre el público, ¿A qué velocidad debería haber viajado nuestro astronauta durante 1 año para que en el planeta hayan transcurrido 100?
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