Todo ocurrió después de comer en casa de mi hermana. Ya sabéis, día Feliz; Dragoncillo fue al circo con su prima, nosotros a ver una carrera, paseíto por Santander, la lluvia que para, la comida deliciosa y qué mejor manera de terminarla que con un rico té. Y entonces Duende alarga la mano, tira del vaso y se lo derrama encima. Resultado: quemaduras de primer grado en el tronco y de segundo en el brazo.
Carrera a urgencias y nos atienden muy rápido. Le quitan toda la piel quemada para que no se necrose, le limpian, le desinfectan, le dan Dalsy, le untan bien de Silvederma, y le vendan. En ese proceso Duende no para de gritar y de quejarse, tengo que inmovilizarlo y tratar de calmarlo, pero es imposible. Me cuentan que la quemadura de primer grado se trata con crema hidratante, que la del brazo tendremos que cuidarla en el Centro de Salud.
Volvemos a casa: parece que me han pasado por encima dos hormigoneras.
Ayer lunes a primera hora al Centro de Salud a que le viese Carmen su pediatra y la enfermera le cambiase el vendaje, y Duende gritando y llorando.
Esta mañana me he deshecho de la migraña que se me había instalado el domingo. Duende tiene bastante catarro y el brazo vendado, pero no deja de sonreir, jugar y hacer carantoñas. Parece que la quemadura no le duele, por que no se echa la mano a la herida y se olvida de que tiene el vendaje, (salvo que le vea, como cuando le he hecho la foto).
Esta tarde me toca curarle a mí y mañana tendremos que volver al Centro de Salud para que lo revise y lo limpie la enfermera. No sé el tiempo que durará esto ni lo que tardará en curar, ni si le quedará marca al pobretín, estoy bastante disgustada, la verdad.
Y la gente te dice que son cosas normales, cosas que ocurren cuando tienes niños, gajes del oficio... pero yo no puedo evitar esta sensación de tristeza cuando veo el bracito con la venda y el apósito, la frustración de pensar cómo podía haber evitado este accidente, la incertidumbre sobre cómo se resolverá este episodio o sobre si está sufriendo el enano. Yo estoy preocupada y triste.