En nuestro país, para centrarnos, hay muchos que hablamos de la necesidad de un cambio de sociedad, de una revolución social que verdaderamente garantice la democracia, la igualdad, la justicia y la libertad. El gran problema es que sin una mayoría del pueblo que quiera tomar las riendas de su destino y cambiar de verdad el sistema, es cuanto menos imposible.
Mientras no seamos conscientes que bajo las siglas de esta democracia del voto cada 4 años y de las protestas en las calles, se encierra la dictadura de los ricos, poco o nada cambiaremos, a lo sumo esta democracia de la libertad de expresión en su justa medida, es un termómetro que les índica a la clase dominante cuando y como ir introduciendo los cambios necesarios para seguir manteniendo privilegios, no nos sorprende por tanto que mientras ven como el pueblo es saqueado sin rechistar, sigan y sigan recortando derechos, aun no se les ha dado ningún susto, ni si quiera en Grecia, donde huelgas constantes, enfrentamientos con la autoridad, manifestaciones en las calles, etc, no han impedido que los ricos impongan su medicina. No hablemos de España, donde apenas han tenido resistencia, una verguenza si reflexionamos los cambios que hemos sufrido, no desde el inicio de la crisis, sino más bien desde mediados de los 80.
Esa es la realidad a día de hoy, pésima por cierto y en algunos momentos esperanzadora después de las movilizaciones del 15M, que ha logrado concienciar y meter a mucha gente en el debate del día a día nuestra actualidad política que no es otra, que nuestra forma de como vivimos y queremos vivir. Pero aun así, estamos muy lejos de cambiar el sistema.
¿Queremos cambiar el sistema, queremos tener derechos, queremos ser dueños de nuestro destino?…pues no lo parece, ¿hay alguien que esté de acuerdo con el saqueo de los público y los privilegios de los ricos?, y no me refiero a esa minoría que vive del resto, pues sabemos que les va del carajo.