En definitiva, que es una engañifa. Que lo único que se espera de nosotros es que nos gastemos un dineral (que a menudo no tenemos) en objetos que no son ni siquiera para nosotros mismos y que comamos hasta reventar para que luego nos sintamos culpables por haber engordado tres o cuatro kilos que no nos convenían nada. Todo lo demás, lo del espíritu y esas cosas, se hacen menos evidentes.
Después de todo este rollo, voy al grano, que es, al fin y al cabo, mostrar lo que voy haciendo y me van encargando.
Unos bonitos adornos para el árbol: