Hace tiempo que quería tratar este tema pero es un poco tabú y no me terminaba de atrever. Creo que está mal visto que quieras más a un hijo que a otro y es dificil que alguien lo reconozca incluso a si mismo. Sin embargo muchas veces es evidente y salta a la vista, aunque se niegue. En el caso de mi familia mi hermana siempre ha sido la favorita de mi madre y yo la de mi padre.Mi madre lo ha reconocido en alguna ocasión y se le ha notado siempre y se le sigue notando a dia de hoy. Y mi padre me lo decía continuamente.
El el caso de mis trillis yo tengo que confesar que tengo debilidad con mi Flaquito, no sé si es por trauma también de cuando tuve que dejarle una semana solito en el hospital, que cada vez que lo recuerdo se me encoge el corazón. Esa semana tenái pesadillas y todo, en lo poco que dormía. Me arrepiento muchísimo de no haber estado más tiempo con él en esos días y creo que es algo que me pesará toda la vida. Por otro lado es el más "delicado", delgado (como que da impresión de ser más débil y necesitado) y el más mimoso conmigo. Mi marido sin embargo se decanta por su niña sin duda. Para él es la niña y eso es motivo suficiente. Mi niña lo sabe de sobra ya sólo con 2 añitos y lo utiliza, y esto me está dando ya un poco de miedo. Incluso a empezado a mentir, no se de donde lo ha sacado, debe ser instintivo, pero le va a su padre muchas veces con cuentos y pucheros falsos, inventándose que su hermano le ha mordido o que yo le he reñido y cosas así.
Como son 3, mi gordito el pobre se ha quedado sin un padre que le tenga favoritismos, me da mucha pena e intento darle mimos siempre que se deja, porque ahora están en una etapa muy "independiente" que no te dan un beso ni bajo chantaje, jeje. Yo procuro que por mi parte no noten favoritismo ni hacer diferencias con ellos en el trato, ni en reñirles o cosas así. Porque cuando yo era pequeña sufrí esa diferencia por parte de mi madre, que si mi hermano o yo hacíamos algo nos montaba la de san kintín pero si lo hacía mi hermana no le decía nada y la escusaba, y se pasan muchos celos y rabia. Así que yo intentaré ser lo más equitativa posible entre mis hijos, si Dios quiere.