Cada persona tiene un saco de factores que determinan cómo* reaccionan ante una experiencia o situación. Factores que se llaman circunstancias: edad, salud, carácter, actividad, familia... (aquí) Lo que vendría a ser que cada persona es un mundo. Y si alguien reacciona A, el de al lado puede reaccionar B o C o D, y será igual de válido; no le podemos pedir que reaccione A porque nosotrxs, ante una situación igual o similar, hayamos reaccionado -o nos gustaría reaccionar- A.
Reacciones tanto positivas como negativas.La vida son etapas no-lineales, hay subidas y bajadas. Y, sin generalizar lo digo, cuándo subes sabes que estás subiendo porque antes (no sabemos el tiempo) has estado abajo, y viceversa; podemos comparar. Pero es subjetivo. Mi cima puede estar más alta que la tuya, y mi fondo más hondo; y lo que yo considero felicidad puede no guardar relación con lo que tú creas. Volvemos a las circunstancias. Y a esta frase del psiquiatra Enrique Rojas (aquí), que considero un atino. "La felicidad no depende de la realidad, sino de la interpretación que yo hago de la realidad"
Y ahora pregunto: Es tan sencillo ser feliz? Todos aspiramos a alcanzar la felicidad (aquí), nos la merecemos; entonces, si no la conseguimos, qué es, porque no la queremos o porque no sabemos por dónde ir a buscarla?Una de las frases con las que cierro mi libro es: "Que el verbo con el que empieza todo, independientemente de si se pueda o no, es querer." Quiero que quién lo lea reflexione si todo lo que podemos es porque lo queremos y lo que no podemos es porque no lo queremos lo suficiente, o si realmente no podemos porque no se puede. Pero, lo que está claro, es que si no queremos, nunca llegaremos a la reflexión anterior.*Ese cómo incluye: cuánto tiempo tardamos en reaccionar y cuánto dura el proceso de asimilación/adaptación, qué tipo de emoción tenemos y cuál es su intensidad.