cuando tú quieras.
Que si quieres, puedas.
No quiero que un día me mires
desde el fondo del no querer.
Quiero que me creas
que estés cuando quieras
que quieras, claro.
Que no tengas que irte
ni quieras.
Pero que si quieres y tienes
regreses cuando y de la manera que quieras.
Solo si quieres.
Yo no entiendo de trenes, ni quiero.
Quiero que si alguna vez descarrilamos
quieras que sea sobre nuestros cuerpos.
Que si quieres visites los vagones que te de la gana
yo seré siempre la estación que te espera.
Si tú quieres.
Estoy recorriendo kilómetros de vía muerta
porque quiero llegar a donde quiero.
Quiero que desees si quieres
deseo y quiero.
No quiero ni necesito para este poema
pronombres personales posesivos.