Un poco retirado del Centro Histórico, pero con estacionamiento y un espacio muy grande que incluye área con juegos infantiles, se encuentra el restaurante El Caserío con su rica propuesta gastronómica muy a la española.
A no más de 15 minutos del centro de Querétaro está El Caserío, hasta donde llegué una calurosa tarde de abril (2014) y quedé encantada especialmente con el carpaccio y sus crepas.
Curiosamente ya había tenido yo referencias del restaurante El Caserío de Celaya, Guanajuato; y resultó que este lugar de Querétaro (Querétaro, México) es un una filial, así que es el mismo concepto, carta, estilo y todo, para todos aquellos que gusten de uno o de otro, valdría la pena probar en ambos.
Luego, todo me parecía apetecible, pero me incliné por un atún selva negra que sin duda fue una gran elección, el mesero me “lo vendió” tan bien, que cuando terminó de explicarme la preparación yo ya quería tenerlo frente a mí, y esto me da entrada para remarcar que la atención es muy buena, amable y tremendamente detallistas.
Para el postre debí tomar una dura decisión y para no sufrirla demasiado pedí un flan de elote con zarzamora y pues… cómo resistirse a las crêpes Suzette. Sí, lo confieso una vez más, los postres me aman y yo a ellos.
Las crepas también las prepararon frente a mí y vi paso a paso como agregaban los ingredientes, el flambeado y bueno… el antojo iba in credendo; y todo este asunto tuvo un grand finale, por supuesto.
Mi único “pero” sería el vino por copeo que ofrecen en el restaurante, que no me pareció muy bueno y ní siquiera me supieron decir a ciencia cierta la marca, etiqueta o lo que sea. En mi caso, que pedí blanco para el carpaccio no había más que una opción y además me pareció que no estaba lo suficientemente frío, o por lo menos así fue durante mi visita.
Más información en: www.elcaserio.com.mx