Es posible que no se te haya dado todo el trato que merece un bi-campeón de Europa con España y uno de los mejores jugadores españoles del panorama actual. Quizá no se te ha pagado al día, pero se te ha pagado. Probablemente se hayan cometido muchos fallos y, como tú bien dices ahora que no estás aquí, haya habido caos dentro del club.
De todos era sabido que no estabas bien en el Málaga desde el principio. No sonreías como lo hacías en Vila-Real. Tampoco se te pedía que sintieras los colores, ya que un asturiano que ha pasado toda su carrera en un equipo de Castellón poco sentimiento malaguista podría tener más allá de los ceros que figuraran en su contrato.
A todos nos sigue encantando verte marcar goles, ahora para la Selección. Y serás bien recibido cuando quieras pasar unas vacaciones por la Costa del Sol.
Ellos, los que se han quedado, tienen mucho más derecho a hablar y a contar lo que han sentido y padecido este verano a costa de la incertidumbre creada. Pero no tú, que fuiste el primero en abandonar un barco ante una marejada que ha quedado tan sólo en eso.
Por ello, ahora que has partido hacia Londres, quizá sería hora de ilusionarte con tu nuevo club, seguir haciendo un buen trabajo y olvidarte de ese lugar donde tan mal lo has tenido que pasar.